Ministerio del Interior
«Hay mafias muy violentas pero sólo delinquen entre ellos»
Secuestros, torturas, extorsiones, apuestas ilegales, tráfico de mujeres y de drogas como el «kin»... El abanico de delitos que suelen cometer las mafias o «tríadas» chinas (símbolo de la trinidad formada por el Cielo, la Tierra y el Hombre) instaladas en la región son, posiblemente, los más cruentos de todos.
Sin embargo, sólo trasciende la punta del iceberg. Según fuentes policiales, el principal problema con el que se encuentran las Fuerzas y Cuerpos es que las víctimas de las mafias chinas que denuncian no llega ni al 10 por ciento. «En este sentido se parecen a la etnia gitana, que no creen en nuestra Justicia y arreglan las cosas entre ellos. Eso sí, la comunidad china es la más hermética de todas», explica el agente. Si hace unos años sólo sospechábamos de la piratería videográfica o la explotación de trabajadores en fábricas de ropa, el aumento de la población china y la proliferación de «chinatowns» como en Usera y el polígono de Cobo Calleja de Fuenlabrada, ha hecho crecer a estas bandas. No les tiembla el pulso al cortar un dedo a la víctima de un secuestro para forzar el pago del rescate. Intentan actuar de forma discreta y sólo frecuentan locales exclusivamente para chinos, como los karaokes.
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