Durmiendo con el enemigo por Miguel Ángel ALMODÓVAR

En tiempos pretéritos la prensa estival se ocupaba de la posible barrabasada de un jugador español de fútbol en la concentración de su equipo en tierras lejanas, de la teoría de un investigador de Mondoñedo sobre el hipotético origen gallego de Albert Eintein, y de la intoxicación masiva de los invitados a una boda por ingesta de ensaladilla rusa o imperial. Ahora, los futboleros se han civilizado, las agencias informativas ofrecen material suficiente como para no recurrir a retorcidas genealogías y la huevina ha desterrado vomitonas y diarreas post matrimonial enlace, pero las intoxicaciones alimentarias siguen en cifras similares porque el personal ha bajado la guardia y si fuera le garantizan pulcritud, en casa se lava y cocina a la pata la llana, sin tomar las imprescindibles medidas higiénicas. El enemigo está en nuestra cocina y en nuestro frigorífico; duerme con nosotros, y va siendo hora de echarle a patatas con salmonelas destempladas.