«Bancos malos» para las entidades que reciban ayudas

MADRID- El ministro de Economía, Luis de Guindos, volvió ayer al Congreso para explicar el plan de ayuda a la banca. En su cuarta comparecencia en la Cámara a petición propia en apenas cuatro meses, el ministro abrió la puerta a la creación de «bancos malos», explicando que es una de las alternativas, no la única, y que gusta a la Comisión Europea. Una «alternativa interesante» para que las entidades que reciban ayudas traspasen a ellos sus activos problemáticos. La principal ventaja, explicó el ministro, sería que, con un «banco malo», el balance de las entidades bancarias queda «absolutamente diáfano, claro y sin impacto», y les permite centrarse en su actividad fundamental: captar ahorros y conceder créditos.

De Guindos añadió que las entidades que pidan ayuda pública deberán presentar un plan de reestructuración y posiblemente tendrán que «sacar de sus balances los activos problemáticos», palabras que para la mayoría de los diputados presentes en la Comisión implicaban la creación de un «banco malo», aunque en ese momento no pronunció esas palabras, y pidieron al ministro más claridad, pero éste insistió en que no hay aún nada decidido.

La oposición también le reclamó otros detalles sobre la ayuda a la banca y las consecuencias que puede tener en el Estado del Bienestar, pero recordó que las condiciones de la ayuda para la banca española de hasta 100.000 millones se están negociando. En cuanto se concreten, el ministro prometió volver a dar cuenta de ello al Congreso, en el mes de julio, algo que agradecieron todos los grupos, aunque reclamaron explicaciones al presidente, Mariano Rajoy.

Por el momento, lo que está claro es que las entidades que reciban fondos, de forma inminente las nacionalizadas o en vías de estarlo, deberán presentar planes de reestructuración ordenada y medidas para corregir su vulnerabilidad. El ministro insistió desde un primer momento en que la ayuda europea sólo tendrá condiciones para los bancos, aunque admitió que es «evidente» que, como a otros socios, la política económica y fiscal española será supervisada dentro de la estrategia para reducir el déficit público. De hecho, abogó por ceder en un futuro próximo más soberanía a Europa para lograr una unión bancaria y fiscal, cuyas bases espera que se sienten en la cumbre de líderes que se celebra esta semana en Bruselas. El ministro lamentó que se haya llegado hasta aquí por el fuerte crecimiento del crédito en la época del Gobierno socialista.

Fainé pide más «reformas» y medidas fiscales «creíbles»
Los accionistas de CaixaBank dieron ayer el visto bueno a la integración de Banca Cívica en la entidad financiera, «una operación que nos sitúa como líder en España por volumen de activos», según recordó el presidente, Isidro Fainé. El banquero aprovechó la ocasión para bendecir el plan de ayuda europea a los bancos, ya que puede ayudar a la economía española, pero señaló que debe ir acompañado de «más reformas» y de «medidas creíbles de ajuste fiscal».