Comunidad de Madrid

Zapatero fía la victoria del PSOE el 22-M a que «España es país de sorpresas»

El presidente recupera las señas de identidad de 2004 y cree que lo mejor está todavía por venir. 

DE NUEVO JUNTOS. El presidente compartía por primera vez desde hace casi dos años un mitin con Tomás Gómez
DE NUEVO JUNTOS. El presidente compartía por primera vez desde hace casi dos años un mitin con Tomás Gómezlarazon

Vuelve el Zapatero de 2004, el del optimismo antropológico, el más cañero, el más comprometido, el que cree que lo mejor todavía está por venir… Despojado del traje institucional y una semana después de anunciar su retirada, el Zapatero que ayer se presentó en Alcalá de Henares para compartir mitin con Tomás Gómez recordaba mucho al de antes de ganar por primera vez las elecciones generales, y no sólo por las críticas contra la televisión pública –si entonces lo hacía con la TVE de Urdaci, hoy lo hace con Telemadrid–, sino también por sus continuas invocaciones a la fuerza de la democracia, su descarnada censura al PP y sus apelaciones al talante, la calma y la paciencia. 

Y todo para augurar un vuelco a las encuestas que pronostican una severa derrota socialista el próximo 22 de mayo. «Muchos dicen que estas elecciones lo tenemos difícil. Quieren desmovilizar al electorado, pero ¡cuidado!..», afirmó antes de parafrasear a un ilustre alcalaíno como Manuel Azaña: «España es país de sorpresas y reacciones inesperadas. Y ésta es mi apuesta para el 22-M».

«Lo mejor está por venir»
El presidente compartía por primera vez desde hace casi dos años un mitin con Tomás Gómez. Y no faltaron por ello alusiones veladas a la democracia interna del PSOE, a las primarias y al más osado de los barones socialistas que un día decidió enfrentarse al aparato federal y lo ganó: «La fuerza de la democracia es lo que más fuertes nos hace, como sabe bien Tomás», dijo de quien se impuso a Trinidad Jiménez como cabeza de cartel a la Comunidad de Madrid tras echar un pulso al mismísimo Zapatero. «En Madrid, lo mejor está por venir y el protagonista será él [por Gómez) con sus convicciones y con la sinceridad con la que siempre se ha dirigido a todo el mundo, incluido a mí», bromeó.

Ya en clave interna, Zapatero hizo una loa de las primarias a las que en breve se enfrentará el PSOE para elegir candidato para 2012. Y en este capítulo afirmó que «la democracia es imparable», y que «este partido, compuesto por hombres y mujeres libres que han luchado toda su vida por la democracia, sabe muy bien que sacamos fuerza de la democracia para ser los más fuertes en democracia». «Un partido –añadió– donde todos eligen democráticamente a sus líderes, y donde mi voto vale igual que vuestro voto. Es lo que más le gusta a la ciudadanía, la fuerza de la democracia», afirmó antes de lanzar un nuevo guiño a Gómez: «Tomás lo sabe bien».

Ante la crisis
Pero no fue Manuel Azaña, ni Tomás Gómez , ni las primarias el eje sobre el que giró el discurso de Zapatero en el abarrotado Pabellón Virgen del Val de Alcalá de Henares. SI hubo un apartado fijo ése fue el PP, a quien el presidente censuró con mayor dureza que nunca por su actitud, y en especial por su comportamiento ante la crisis económica. Tras elogiar la actitud de ciudadanos, empresarios y sindicatos, Zapatero pidió a los allí presentes que retuvieran en su memoria que si alguien no ha estado frente a la crisis a la altura de las circunstancias, ha sido la oposición del PP: «Prefirió –enfatizó– que el Gobierno cayera antes que echar una mano para que España fuera fuerte, y no tuviera que necesitar ayuda de nadie».

Y sólo halló una explicación para ello, que de Rajoy «no confían en su fuerza ni en quien los representa», y que por ello, «aunque España los necesitaba, no acudieron a la cita. Pensaban que así podrían borrarnos del mapa. No conocen al PSOE ni lo que representa en España», añadió. Siguió con el contraste: «Ellos presumen y critican cuando no insultan. Nosotros no presumimos; les criticamos poco para lo que se merecen y nunca insultamos. Nosotros escuchamos y explicamos». Interrumpido una y otra vez por la eufórica militancia, Zapatero dedicó unos minutos a explicar la acción del Gobierno frente a la crisis y a reafirmarse en las reformas emprendidas. «El éxito de mañana depende de ellas», dijo.