Cataluña

La ruptura

La Razón
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Veo en la tele a la novia, ex novia ya, de uno de estos monstruos del balón que, aunque no sean demasiado agraciados, como es el caso, no se sabe si por el dinero o las patadas, suelen tener acceso a unas chicas que «pa» qué. Me refiero a la modelo Malena Costa. Ex ya de Carles Puyol. Jugador del Barça, sí. De la Selección, también. Y campeón del mundo «a mes a mes», que dicen en Cataluña, pero ya compuesto y sin novia jovencísima. Dicen los que se dedican a contar estas cosas que ha sido él quien la ha dejado a ella, por la diferencia de edad (él tiene 33 y ella, 22). Pero ella ya ha dicho, aunque con una carita de pena que no les puedo describir, que las rupturas son siempre cosa de dos. Vamos, que es posible que haya sido él quien haya dado la patada, en vez de al balón, a esta brillante Reina del Cava 2011 que, con vestido de princesa y entre burbujas catalanas, ha tenido que confirmar la noticia que no le dejaba respirar bajo su palabra de honor ribeteado de falsos brillantes. Son las cosas del querer, que afectan incluso a las parejas más privilegiadas como ésta. Su año de amor, posiblemente, dejará huellas en el alma del futbolista porque a los 33 ya se ha dejado de predicar, pero caerá en el olvido de la tiernísima Malena, a quien aún le queda toda la vida por vivir. No te preocupes, guapa. Tómate una copita de cava y celebra que este Puyol, chica, no era para ti.