Larga vida al monstruo

Nació en una noche de tormenta, a la vera de una chimenea de Villa Diodati, un lugar adecuado para casi cualquier cosa menos para engendrar un monstruo. Lord Byron, hastiado del aburrimiento de aquella tarde hibernal, retó a sus amigos, John Polidori, Pierce Shelley y Mary Shelley Wollstonecraft, mujer del anterior e hija de una de las feministas más importantes de la historia, a escribir un relato. Y de aquel desafío, y de una pesadilla anterior, surgió un ser, que aunaba el pogreso científico y los temores ancestrales de la civilización. Un hombre hecho de hombres que regresaba a la vida debido a la electricidad. Una imagen, o un reflejo de nosotros mismos, demasiado exacta: inteligente, inocente, injusto y propenso a la violencia. Una semejanza que asusta. «Frankenstein» encarnaba la soberbia de las inteligencias que aspiran a convertirse en Dios y, a la vez, mostraba el dolor de las criaturas arrojadas al mundo y al sufrimiento sin explicación alguna por parte del que les había creado y que, después, les había negado su amor. El libro no pasó desapercibido. Ni en su época ni tampoco en Hollywood.

Vuelta a lo gótico
El doctor Frankenstein y el monstruo sin nombre que remendaría hizo temblar la taquilla. Adaptaciones cinematográficas fieles al original y adaptaciones cómicas –«El jovencito Frankenstein»– han ganado a los espectadores de diferentes generaciones desde el principio. En unos años de «remakes», de retorno al goticismo a través de lo vampírico, era inevitable resucitar al personaje. Demasiado jugoso. Guillermo del Toro es uno de los directores que recuperaran su estampa de tornillos y cicatrices para Universal. En el reparto, para el papel estrella, cuenta con Doug Jones. No es el único que se ha lanzado a esta empresa. Un estudio rival, Fox, se ha involucrado en este proyecto gracias al guión del hijo del director John Landis, informa Efe. La pluma literaria, el pulso de Mary Shelley, no será la única fuente inspiradora. La viñeta del cómic también alienta filmes. Es el caso de Steven Niles que ha propiciado que su talento para la novela gráfica haya prosperado para un filme que tendrá en su reparto a un niño que ya asustó mucho en su momento: Haley Joel Osment, el chaval que le hizo comprender a Bruce Willis que había dejado esta vida y que pertenecía al más allá. El chaval se meterá en la mente del científico empeñado en lograr la inmortalidad y vencer la muerte. Kevin Grevioux, otro de la rama del cómic, la mente que dio vuelo a esa épica de lobos contra vampiros que extendió al cine la saga «Underworld», está detrás de otro proyecto: ««I, Frankenstein». La dirigirá Stuart Beattie, el genio que escribió los guiones de «Piratas del Caribe». Pero habrá más. Las desventuras del personaje se podrán rememorar en una serie de precuelas y también gracias al esfuerzo de Ralph Winter, otro titán de la producción responsable de una saga tan imborrable como la de «X-Men». Como se puede apreciar, lo que fue una vez fue reflexión sobre Prometeo, ahora sólo es una excusa para hacer caja.

EL DATO
Tres películas
Ése es el número de veces que Boris Karloff encarnó al monstruo de «Frankenstein» para la gran pantalla. Un papel que logró porque Béla Lugosi lo rechazó.

Tres nombres que electrifican
El actor
Haley Joel Osment pertenece al olimpo de niños estrella que triunfan. Ahora participa en una cinta con más edad. Es su reto.
El guionista
Hereda laureles de su padre, John Landis. Ahora, su hijo, Max, recoge el testigo como guionista de un libro mítico.
El director
Lo suyo es el ambiente gótico. Lo ha demostrado con su propia imaginación. Ahora tendrá que demostrarlo con la de Shelley