Cataluña

Del Nido Roures Manzano

La Razón
La RazónLa Razón

L5 Odriozola
El talento, ay, es finito. Bulle, crea, imagina, se agota. Es lo de José María Odriozola, presidente –todavía– de la Federación Española de Atletismo. Odriozola, 72 años ya, que el tiempo pasa para todos que es una barbaridad, y más de dos decenios en el cargo. Para muchos, Odriozola está finito. A menos de un año de los Juegos Olímpicos de Londres, visto lo visto en el Mundial de Daegu (sólo una medalla, el bronce de la partisana Natalia Rodríguez en 1.500 metros), ¿qué puede hacer el deprimido atletismo español, antaño más alto, más fuerte, más veloz? Casi nada. Con Odriozola, ni se dude, nada. El hombre no es sólo una pasión inútil (Sartre, el pesimista); el hombre es también una pasión que se acartona cerebralmente. Ay.

M6 España
España: ser celtíbero de pura cepa o nacionalista de cepa disgregadora, ser antimadridista (los barcelonistas) o antibarcelonista (los madridistas), ser de Rajoy o de Rubalcaba y ser, siempre, unánimamente, de la Selección de Del Bosque. Del Bosque, majo, eres la alegría de la huerta de esta atribulada (por la crisis) piel de toro. El 6-0 al minúsculo Liechtenstein es lo de menos. Lo confortador, también lo aliviador, es que la España de Del Bosque, por talento y lozanía, seduce incluso a los que «pasan del fútbol».
–Lo que me entusiasma de España no es la cantidad de goles que hace o pueda hacer, sino cómo los hace –paladea el degustador Hernán San Pedro, mi admirado ingeniero de Caminos.
A ver, por cierto, cuándo la FIFA y la UEFA se desarcaizan y crean el Balón de Platino «Al Genio» o «Al Creador», o sea a Xavi, a Iniesta... El fútbol no es sólo el tomatazo del gol, es también el genio creador de los que «abren caminos» a los goleadores.

M7 Roures
Leo la entrevista que le hacen en «Marca». El señor Jaume Roures es el nuevo Polanco del telefútbol. A don Jesús (titánico empresario ya en el más allá) se lo pregunté una vez en un restaurante.
–Pero a usted, don Jesús, ¿de verdad que le gusta el fútbol?
–Del balón sólo me atrae el dinero que mueve, me contestó.
Se lo confesó también, para un libro, a Jesús Cacho: «Mi única ideología es el dinero».
El señor Roures es un jaquetón marxista con más hambruna de dinero que un banquero. La divisa del señor Roures es ésta: «Todos los que se benefician del fútbol deben contribuir al negocio». El negocio, para el señor Roures, es, naturalmente, el teledinero del fútbol (el ocio del pueblo): de ahí su enconada pugna «marxista» con las emisoras de radio. Lo dejó escrito Groucho Marx: «Hay que desconfíar de los marxistas. Son capitalistas frustrados, peligrosísimos cuando cambian la piel marxista por la capitalista». Algo así.

J8 Unir
Escribí precisamente aquí hace tres años que el deporte y El Corte Inglés unen lo que separan los políticos. ¿Ha empezado también el fútbol, oh, a separar, como la política? José María del Nido tiene toda la santísima razón. Esta Liga española es una mierda, desde el punto de vista escatológico, claro es. Dos titanes y dieciocho «discapacitados», desde el punto de vista competitivo, claro es. Una Liga, pues, competitivamente escatológica.
–Pasa con la Liga –me comenta Salvador Escarré– lo que en Cataluña con la «inmersión lingüística». Yo soy catalán de pura cepa y en casa se habla el catalán, pero lo constitucional es que la lengua vehicular sea el español. ¿Por qué no se cumple nuestro padrenuestro constitucional? Decía Cela –recuerda– que las academias de idiomas, en el extranjero, ponen en su publicidad que enseñan español, no castellano. Mal, por lo tanto, lo de Cataluña, por anticonstitucional, y mal lo de la Liga por no repartir más equitativa y constitucionalmente el dinero de las televisiones.

S10 Deducir
Ver y deducir. Tres partidos les he metido hoy a mis balompédicos ojos. Deducciones: el Real Madrid sigue teniendo más «punch» que calidad de juego. La gripe de los equipos grandes es el relajamiento: lo del Barça en Atocha. El Atlético es todavía un «brote verde», tierno, adolescente, pero «guapo» si no nos falla su sabio y veterano cuidador Gregorio Manzano.