Castilla y León
Guadarrama rumbo al Congreso
La Comunidad remite hoy la propuesta definitiva del Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama al Ministerio de Medio Ambiente. El proyecto de dotar de la máxima protección a la sierra madrileña termina su recorrido autonómico y su aprobación pasa a depender del Gobierno central.
Detrás de la propuesta que hoy partirá de la Asamblea, tras aprobarse en Comisión, hay una década de trabajo con el objetivo de armonizar y proteger toda la vida natural y humana que acoge la Sierra de Guadarrama y gracias a la cual conserva hasta nueve Sistemas Naturales.
Madrid y Castilla y León unieron fuerzas en 2001 para ordenar 110.000 hectáreas, de las cuales 33.664 aspiran a obtener la máxima protección medioambiental, la de Parque Nacional. Delimitar la zona ha sido, de hecho, una de las tareas más arduas. Ambas administraciones han apostado por proteger las Cumbres de la Sierra, a partir de una cota de 1.700 metros, con el objetivo de proteger su espacio más exclusivo y huir del concepto de «parque santuario». Precisamente ésta es la razón por la cual la radiografía tiene forma de ancla.
Guadarrama será el quinto parque más extenso de España, a pesar de que se han dejado fuera algunas de las zonas que en un principio se pensó incluir. Así, finalmente, las estaciones de esquí de Valdesquí y de Navacerrada no formarán parte del parque para que sea posible practicar este deporte en el futuro. La estrechez que le da forma de ancla se debe a que tanto el Gobierno central, propietario del Pinar de Valsaín (Segovia); como Madrid, de la que depende el Pinar de los Belgas, acordaron dejar fuera de la protección máxima estas dos zonas puesto que la Ley de Parques Nacionales de 2007 impide la explotación maderera, de la que viven los habitantes de estas dos zonas y gracias a la cual se han conservado estos dos prestigiosos pinares. A cambio, se han incluido 1.965 hectáreas para darle más «compacidad» al proyecto.
El futuro parque resultará de la unión del Parque de Peñalara y el de la Cuenca Alta del Manzanares. Este último, de hecho, «cederá» su parte más alta, la de La Pedriza, al Parque Nacional de Cumbres, por lo que incluso tendrá que cambiar de nombre. En esta zona, el mayor conjunto granítico de Europa, seguirá estando permitido el alpinismo. Y es que la propuesta definitiva permitirá que se sigan utilizando las vías para escalada existentes, aunque prohibirá abrir nuevas. La propuesta, coordinada por el catedrático Eduardo Martínez de Pisón, respeta además los usos tradicionales (caza, pesca, ganadería, maderas...), con lo que estas actividades se podrán seguir realizando. Su aprobación dotará a la Sierra de Guadarrama de la máxima protección medioambiental y de subvenciones para su conservación. Sin embargo, lo más probable es que la propuesta no llegue a las Cortes en esta legislatura.
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