Europa

Estados Unidos

Esteban Maroto: «En España hay muy buenos dibujantes pero faltan editores»

Es sin duda nuestro dibujante más internacional y un clásico del mundo de la historieta. Cuando nadie hacía en España arte fantástico futurista ni ciencia-ficción, él publicó "5 por Infinito", que le abrió la puerta del mercado americano gracias al premio que le concediera la Academia del Comic Book Art de Estados Unidos a la mejor obra extranjera.

Esteban Maroto junto al personaje Red Sonja, de «Conan»
Esteban Maroto junto al personaje Red Sonja, de «Conan»larazon

Dibujante madrileño (1942), ligado el grupo artístico La Floresta, su obra se remonta a los años 60 en series como "Aventuras del FBI"o "Buck John". En América dibujó un buen número de episodios de "Creepy"y "Vampirella"para Warren.

Pero si por algo pasará a la historia es por haber diseñado el famoso bikini de monedas de Red Sonja, el personaje de "Conan". Para la revista Trinca dibujaría la historia Alma de Dragón y en DC se han podido admirar sus lápices en series como Aquaman o Zatanna.

Actualmente dibuja la serie Brendon, para la editorial italiana Bonelli. Es uno de los autores invitados al salón del cómic de Madrid.

 

-¿Hay diferencia en el concepto de cómic en América y en Europa?
-Muchísima. Allí tienen la idea del superhéroe, del salvador, de ahí los disfraces que usan, -Superman, Watman…-. En Europa, el cómic es más cultural, más conceptual. Ocurre lo mismo que en el cine, pero ellos tienen la producción. Aquí hay dibujantes muy buenos, pero faltan editores y tiene que salir fuera.

-Desde los años cincuenta ha creado muchos personajes, ¿en qué fuentes bebe su inspiración?
-He tratado de asimilar otros campos de la cultura, la ilustración, la publicidad…como forma de enriquecer la historieta y que pueda ser tan válido como un cuadro, aunque los intelectuales han despreciado tradicionalmente al cómic. Me gusta el cine, leer, el teatro, la música…He tratado de enriquecerme con el mundo cultural en general, ampliar mis referentes y no reducirlo todo al cómic.

-¿Qué tiene más peso en una historia el texto o el dibujo?

-Es una simbiosis. Una imagen puede contar una historia por sí misma, sugerir la creación de distintas historias, pero también puede ser al revés. Lo ideal es que haya un equilibrio entre los dos, aunque en muchos casos es el dibujo el que está por encima porque los textos quedan algo infantiles.

-¿Cuál es la finalidad del dibujo y de la historia, entretener o emocionar?

-El dibujo es magia, la imagen tiene una fuerza terrible, es un idioma universal que todo el mundo entiende. ¿Por qué nos emociona una historia y otra nos deja fríos? Es algo del subconsciente que se puede explicar, un misterio que no necesita de que el dibujo esté bien ni de la técnica del dibujante ¿Por qué nos emociona Altamira? El arte debe tocar la fibra sensible y la técnica debe de estar a su servicio.

-Usted es un clásico, ¿cree que ha influido en otros dibujantes?

-Ese es uno de mis mayores orgullos. Si he influido ha sido con mi forma de ver las cosas más que con el dibujo. Cuando algún dibujante ha venido y me ha dicho que le influyó la lectura de mis cómics, me llena de orgullo. Pienso que lo han entendido aunque yo no lo pretendiera.

-¿Ha evolucionado la temática, la técnica, el mercado y la demanda del público desde sus inicios hasta ahora?
-El cambio ha sido brutal. No tiene nada que ver. Internet ha sido la verdadera revolución, se trabaja en el ordenador y eso lo cambia todo. Antes, para conseguir un TBO te tenías que pelear. Ahora, todo está en la máquina. El público también ha evolucionado, era más ingenuo. Los gustos han cambiado. Cuando yo empecé la ciencia-ficción no lo hacía nadie y ahora… En cuanto al mercado, la oferta es enorme y, aunque hay grupos fieles, está muy diversificado.

-¿Cuál es su opinión sobre lo que se está haciendo en la actualidad?
-Es difícil abarcar todo el panorama. Con el mundo digital ya no es tan personal. Hay gente maravillosa, pero hay tanta oferta que hay que seleccionar. Echo de menos una personalidad propia que había en España con "El capitán trueno", "El jabato"… Eso se perdió y hubo que salir fuera. Un problema actual es que los video-juegos hacen competencia al cómic. El esfuerzo de lector al leer una aventura te lleva a acordarte de lo leído. El mundo del video es más impersonal.