Sevilla

OPINIÓN: De Morón a Trípoli

La Razón
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El aeródromo de Morón servirá (está sirviendo ya) de base para los raids de la OTAN en auxilio de los rebeldes libios. Por suerte, ha sido un Gobierno socialista el que ha abierto el espacio aéreo español a los bombarderos de la Alianza Atlántica, lo que nos ahorrará el coñazo de rigor de los pacifistas de guardia; esos que, jaleados por la progresía mediática, están en contra de todas las guerras… en las que no nos meta el PSOE. Hace poco más de un año, se le organizó a Gadafi un besamanos en la jaima que plantó en Alcalá de Guadaíra; y hace tres décadas, Alejandro Rojas-Marcos viajó a Trípoli para darle un sablazo con el cuento de la hermandad andalusí. Si el estadio de La Cartuja está en pie es porque los petrodólares del estrafalario coronel impidieron la desaparición del Partido Andalucista, aún con la «s» intercalada, en los primeros ochenta. Como verán, también nosotros tenemos motivos para desear su derrocamiento: por facilitarle la existencia a quien luego nos sacó los ojos. Ha dicho su hijo Espada del Islam (vaya nombrecito) que a Sarkozy también le dio pasta para la campaña electoral y de ahí viene el ardor guerrero de un presidente francés que lo que quiere es borrar huellas. Allá cada cual con sus razones. Como pasó en Irak, con o sin armas de destrucción masiva, el día en que caiga el tirano habrá un cabrón menos sobre la Tierra.