Bruselas

Aprobado in extremis

Cataluña media por Andalucía y, tras una tensa reunión, Montoro retira el suspenso a la Junta a cambio de otros 220 millones. Asturias, la única comunidad que no pasa el examen, tiene 15 días para presentar un nuevo plan de ajuste de 616 millones

Aprobado in extremis
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MADRID- Llegó el día del examen. Las comunidades presentaban ayer al Gobierno sus planes de ajuste para poder alcanzar el objetivo de déficit del 1,5 por ciento fijado por Bruselas y sus representantes acudieron al Ministerio de Hacienda muy optimistas. A su llegada a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) todos confiaban en que sus cuentas pasarían la prueba, pero una de ellas no salió con el mismo ánimo con el que entró: Asturias, la única que no pasó el examen del Ejecutivo, que considera que el plan que ha presentado no cumpliría con las exigencias. Aun así, tiene todavía dos semanas para rehacerlo y evitar, de esta manera, ser intervenida.

Otra comunidad, Andalucía, estuvo a punto de correr la misma suerte, aunque en el último momento, tal y como aseguró la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, el plan de ajuste «finalmente se ha declarado idóneo» en una reunión que calificó de «tensa». Incluso el consejero catalán, Andreu Mas-Colell, tuvo que mediar en cierto modo para que las medidas que planteaba la comunidad andaluza fueran aprobadas. Finalmente salieron adelante y, en total, los planes de ajuste de las autonomías ascienden a 18.349 euros (13.071 de reducciones de gasto y 5.278 de incremento de ingresos).

Al término de la reunión (que se prolongó durante casi tres horas), el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, compareció para explicar los detalles y dar cuenta de qué había ocurrido con la única suspensa.

Antes de centrarse en el caso asturiano, Montoro aprovechó para «felicitar» a las comunidades, que se han comprometido a llevar a cabo «planes viables y creíbles para conseguir el objetivo de déficit». Tras apuntar que «hoy hemos dado un paso fundamental en la credibilidad de España», se metió de lleno en las «particularidades de Asturias».

Según el titular de Hacienda, se trata de un «caso anticipado en virtud de la circunstancia política que vive y que ha hecho que el Gobierno en funciones presentara un plan con medidas insuficientes en términos de contención de gasto público y garantía de ingresos». Pero, sobre todo, quiso dejar claro que ha sido el propio Ejecutivo asturiano en funciones el que ha reconocido su incapacidad para tomar y ejecutar medidas de ajuste y en su informe destaca que ha de ser el futuro Gobierno regional el que tome esas decisiones. Ahora, la comunidad tiene 15 días para presentar un nuevo plan con un ajuste de 616 millones, tal y como destacó en la misma comparecencia el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta.
En el caso de Andalucía, sus representantes mantuvieron durante todo el día negociaciones que se sucedieron hasta en la propia reunión del CPFF. En un momento de la misma, los técnicos del Ministerio y los de la Consejería trataron de limar asperezas, sobre todo en relación al retorno de los fondos europeos. Incluso el consejero catalán tuvo que salir en defensa de Andalucía para suavizar esas tensiones y llegar finalmente a un acuerdo. Eso sí, la Junta tendrá que hacer frente a un recorte adicional de unos 220 millones.

Al final, todos salieron contentos del Ministerio, sobre todo Montoro, que valoró muy positivamente el «excelente resultado» del primer consejo celebrado al amparo de la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria.

 

Asturias
Un nuevo Gobierno a falta de datos

Javier Fernández no sabía lo que le venía encima cuando ayer salió en rueda de prensa. El primer anuncio de que Hacienda había rechazado el plan de ajuste de Asturias lo recibió de uno de los periodistas asistentes. Su única reacción fue decir que le parecía una noticia «malísima». A la espera de que le entreguen las cuentas del Principado, el aún candidato a la presidencia, (hasta el próximo martes), no quiso entrar en diagnósticos y pronósticos erróneos y prefirió guardar silencio antes de anunciar medidas. Tampoco quiso decir quién será su consejero de Hacienda, aunque ya lo sabe. Aunque su deseo es «garantizar» que no habrá recortes en Sanidad y Educación, insistió en que hasta que no tenga los datos económicos de la comunidad en la mano no hay nada seguro. También se mostró muy duro con el Gobierno de Cascos calificándolo de «extraordinario ejercicio de hipocresía política».
 

Andalucía
Aprobado con tensión incluida

En el caso de Andalucía, hubo ayer un «tenso» debate entre su consejera, Carmen Martínez Aguayo, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aunque finalmente acordaron la aprobación del plan con «modificaciones parciales» que, sin embargo, no variarán los 2.500 millones de recorte previstos. Martínez Aguayo se mostró satisfecha porque el plan de ajuste de su comunidad fue «finalmente» aprobado. El plan andaluz suscitó cierta controversia, que llevó a la consejera a abandonar la reunión para negociar de forma bilateral con responsables del Ministerio. La consejera explicó que, dado el momento «muy difícil», su autonomía había aceptado «modificaciones parciales del plan que eran posible pactar, puesto que Andalucía ya tenía previstos inicialmente unos saldos de disminución de gastos compatibles con lo aportado». Durante la cita, el conseller catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, improvisó un nuevo papel al convertirse en mediador entre Andalucía y el Ministerio de Hacienda, para suavizar las tensiones que se habían generado en torno al plan de ajuste andaluz. Martínez Aguayo había abandonado la reunión después de enfrentarse con los responsables ministeriales «por una serie de cifras», según confesó posteriormente. La consejera indicó que en concreto eran cifras de retorno de fondos europeos, polémica que se zanjó con concesiones por ambas partes.