Turquía

Guti líos en la madrugada

Guti es buen chico, algo rebelde, contestón y con poca cabeza, aunque incapaz de hacer daño a nadie. En la madrugada del lunes sufrió un accidente de tráfico, sin consecuencias, en Turquía. Pero como fue espectacular, vivió otro de sus despropósitos que acabará teniendo el final de siempre. Guti, muy dado al enfado, se sentirá injustamente tratado. Pero la realidad es que se metió en líos.

Guti choca contra un autobús y da positivo en el control de alcoholemia
Guti choca contra un autobús y da positivo en el control de alcoholemialarazon

Sufrió el accidente a las 04.00 de la madrugada, tras abandonar la discoteca «Reina». Salió ileso y no hubo que lamentar lesiones de terceros, con el agravante de que podría haber quintuplicado la tasa de alcoholemia en sangre. Los medios de comunicación turcos hablan de un nivel de alcohol de 2,71 por mil en sangre (la tasa máxima permitida para conducir en Turquía, al igual que en España, es de 0,5), que conlleva una multa de 278 euros y la retirada del carné de conducir por seis meses.

La información del diario turco Milliyet es que el jugador sufrió el percance cuando conducía un Range Rover de color blanco. Guti salía de la discoteca después de festejar la victoria del Besiktas ante el Bursaspor (1-0), encuentro, por cierto, en el que los violentos incidentes previos se saldaron con tres hinchas acuchillados. Tres de los cuatro neumáticos reventaron durante el accidente, cuando chocó con un autobús municipal al invadir parte del carril contrario de una carretera costera cerca de Estambul.

Sin embargo, la versión de Guti es que no es para tanto, que su tasa de alcoholemia no fue de 2,71, como dice la Policía. «No di ni 0,71», que también es positivo, por cierto, y que fue un «choque ligero», declaró a «Marca». «Sólo se ha roto el retrovisor de mi coche, nada más»; y que fue a comisaría porque no habla turco y «no podía cumplimentar el parte».


La discoteca ahora, no mañana
Guti no engaña a nadie. Cuando era uno de los referentes del Real Madrid, y uno de sus capitanes, lo advirtió: «No voy a esperar a cumplir 60 años para ir a una discoteca». Es joven, intrépido, rico y le va la marcha. Y además, en esta ocasión tenía algo que celebrar, el triunfo de su equipo, el Besiktas. No es un secreto que a los futbolistas les cuesta conciliar el sueño después de un partido, tampoco lo es que toman alguna copita... Otra cosa es que quintupliquen la tasa de alcohol, Guti.