Ministerio de Justicia

En defensa del Supremo por Fernando de Rosa Torner

La Razón
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Cuando hace apenas veinticuatro horas que hemos conocido la sentencia que condena a Baltasar Garzón por un delito de prevaricación, ya han aparecido las primeras voces de personas e instituciones contrarias a la decisión del Tribunal Supremo, que no contentas con limitarse a expresar su disconformidad con la misma se dedican, algunas de ellas, a lanzar intolerables acusaciones e incluso ataques personales contra la alta institución judicial y sus miembros.
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Más allá del legítimo derecho a discrepar y a criticar cualquier resolución judicial, estamos asistiendo a un espectáculo ciertamente inaudito, en el que algunas personas no han vacilado en insultar a los miembros del Tribunal Supremo que han enjuiciado al Sr. Garzón, ignorando que este ciudadano, como cualquier otro, ha podido disfrutar de un proceso público transparente y con todas las garantías, y en el que sólo tras examinar con rigor y ecuanimidad las pruebas practicadas se ha adoptado una decisión unánime, con absoluta independencia y con pleno sometimiento a la ley y al derecho.

Créanme, al Tribunal Supremo sólo llegan los mejores juristas, aquellos que acreditan sobrados méritos y una intachable trayectoria profesional, tras años de abnegado ejercicio de la profesión. Si algo caracteriza a sus miembros es la exquisita y absoluta independencia con que adoptan sus decisiones, porque sin independencia un juez no es nada.

Atacar al Tribunal Supremo con semejantes descalificaciones es tanto como atacar a todos los españoles, que libre y voluntariamente decidimos vivir en un Estado de derecho cuando aprobamos la Constitución española de 1978. Intentar distorsionar la realidad para poner bajo sospecha la independencia de sus jueces causa un irreparable daño a la necesaria confianza de los ciudadanos en la justicia.

Se equivocan quienes con esta actitud tratan de empañar una actuación ejemplar, recta e imparcial de unos jueces profesionales e independientes. El Tribunal Supremo afirma en su sentencia que no todo vale para encontrar la verdad y que el fin no justifica los medios, y por ello creo que este proceso demuestra que nadie está por encima de la ley y que todos debemos someternos a las reglas del juego democrático.

 

Fernando de Rosa Torner
Vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial