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Tailandia responde a la violencia con tres días de toque de queda

Toque de queda hasta el domingo en Bangkok y 23 provincias. Ésa es la respuesta del Gobierno tailandés a los incendios y saqueos de ayer.

El Ejército tailandés restableció hoy el orden tras una larga noche de saqueos e incendios en Bangkok, donde al igual que en otras 23 provincias permanecerá en vigor el toque de queda hasta el próximo domingo.

Las tropas acabaron con los últimos focos de resistencia casi 24 horas después de que lanzaran al asalto del bastión de los camisas rojas situado el corazón comercial de la capital para poner fin a seis semanas de ocupación y más de dos meses de protesta.

"En general, la situación está bajo control", señaló el portavoz del Ejército, coronel Sansern Kawekamnerd.

Después, desalojaron a unos 5.000 manifestantes que se refugiaron en el monasterio budista de Pathum Waranan, donde fueron hallados seis cadáveres tiroteados durante las refriegas que los soldados y camisas rojas mantuvieron después de sus cabecillas se rindieran.

Los manifestantes, con sus bártulos, fueron subidos en vehículos y trasladados a las estaciones de autobuses y ferrocarril, de las que partieron a regañadientes hacia sus aldeas de origen con un billete gratis, pero sólo de ida.

En las provincias del norte y del noreste, de las que procedían la mayoría de los manifestantes, se produjeron durante la noche incidentes aislados,y en la turística ciudad de Chiang Mai la policía desmontó por la mañana las barricadas levantadas el día anterior por los camisas rojas sin encontrar resistencia.

Según el Ejército hay activos unos 13.000 partidarios del frente rojo "que esperarán el momento para fomentar disturbios y perpetrar acciones ilegales".

La violencia se extendió el miércoles rápidamente por esas dos regiones, plazas fuertes del movimiento de los camisas rojas que guía y financia el ex mandatario Thaksin Shinawatra, exiliado en Dubai a raíz de que fuera condenado en rebeldía a dos años de cárcel por un delito de corrupción cometido antes del golpe de estado que le desalojó del poder en 2006.

Los ayuntamientos de seis ciudades de norte y noreste fuero reducidos a escombros por manifestantes antigubernamentales.

"La violencia estuvo organizada", sostuvo el portavoz del gobierno, Panitan Wattanayagorn, en conferencia de prensa.

El Gobierno anuncio que mantendrá en vigor hasta el domingo el toque de queda declarado en Bangkok y 23 provincias del noreste y norte del país, una medida que refleja que las autoridades temen un rebrote de la violencia.

Bangkok, una metrópoli con 12 millones de habitantes y de unos 1.500 kilómetros cuadrados de extensión, dejó atrás una noche de disparos aislados de los soldados y humaredas dispersas de los incendios provocados por grupos incontrolados de saqueadores y camisas rojas.

El humo de los restos calcinados de un hotel, del que hasta hace poco fue el segundo mayor centro comercial del sudeste de Asia, y de otros 37 edificios incendiados, impregnaban la atmósfera de la capital.

Los edificios de la Bolsa de Valores y del canal 3 de la televisión estatal fueron los primeros en arder.

A lo largo de la noche y madrugada, bandas formadas por hasta 200 jóvenes en motocicletas desafiaron el toque de queda impuesto por el Gobierno en busca de objetivos que saquear, entre estos concesionarios de automóviles y grandes almacenes.

Un total de 15 personas murieron y otras 133 resultaron heridas el miércoles durante el asalto al bastión de los camisas rojas y en los disturbios que se desataron a continuación en la capital y en provincias del norte y noreste de Tailandia, indicó el Ministerio de Sanidad.

Durante los disturbios que empezaron a raíz de que el Ejército emprendiera el pasado jueves una amplia operación para cercar a los manifestantes en su campamento, al menos 55 personas han muerto y unas 500 resultado heridas.

Con estas víctimas de los disturbios se eleva a 84 el número de personas que han perdido la vida y aumenta hasta 1.800 la cifra de heridos desde que a mediados de marzo empezaron las protestas.