Barcelona
«Critican la visita papal los que callan con la de Chávez u Obiang»
Josep Miró, presidente de E-Cristians y miembro del Pontificio Consejo de Laicos conoce bien cómo las administraciones gastan el dinero: fue conseller en dos gobiernos autonómicos de Jordi Pujol, diputado en el parlamento catalán y regidor del ayuntamiento de Barcelona en tres legislaturas, la última como portavoz de CiU. Por eso, parte de una base sólida para analizar el gasto público de la visita del Papa a Santiago y Barcelona y refutar a los que atacan a la Iglesia con la excusa de ese coste.
En un ensayo en su blog del portal ForumLibertas.com, apunta que a esos críticos «sólo les interesa el coste de los viajes del sucesor de Pedro. Nunca han manifestado el menor interés por saber qué representa la visita de Chávez de Venezuela o de Obiang de Guinea, dos joyas de la corona cuya presencia entre nosotros no nos aporta nada, excepto acoger a dictadores de mal fario». Tampoco preguntaron, añade, «por el coste que representó para el erario público las vacaciones privadas de la señora Obama».
Sobre el coste del viaje en avión, recuerda que «no pagamos nada en el viaje de ida, que lo realiza siempre Alitalia». La vuelta, a cargo de Iberia, es «un acto de gentileza hacia el líder religioso y moral más importante del mundo, pero pensando también en términos económicos, la compañía en la que vuela el Papa recibe un plus muy grande en términos de fiabilidad y seguridad. Es una empresa privada, lo que haga sólo le importa a Iberia y, además, nadie le obliga. Si esta empresa lo desea, puede indicar que no está dispuesta a devolver al Papa a Roma. Que nadie dude de que habría cola de compañías aéreas, empezando por las de bajo coste, que se pelearían por tener la imagen del Santo Padre subiendo las escalerillas de uno de sus aviones».
Alojamiento, sin coste
El alojamiento y la comida, detalla Miró, al contribuyente no le cuestan nada: «el Papa duerme en la Sede de los Obispos y las dos comidas y una cena también son realizadas en estos lugares».
Un gasto importante es el de la señal de televisión: cuesta 1,5 millones de euros a TeleGalicia, y probablemente algo similar a TV3. Miró señala que no están obligadas a dar este servicio: «cualquiera de las cadenas privadas estaría encantada de ejercer esta función, una ventaja competitiva parecida a la del transporte aéreo. En realidad, las visitas del Papa podrían subastarse. Naturalmente no será así, porque el motivo es siempre pastoral, pero en este escenario imaginario habría bofetadas de las líneas aéreas, de las televisiones, para conseguir un viaje del Papa».
También hay gastos con la sala de prensa o la instalación de pantallas, pero eso es un servicio a la proyección de la ciudad en los medios de comunicación.
Por último, está el coste de seguridad. «La cuestión es cuál es la alternativa. ¿Negar al Papa el derecho a visitarnos por dicho coste? No hay ningún país del mundo que asuma esta actitud, no ya con el Papa, sino con líderes de mucha menor relevancia. Pero incluso en este caso, si la Generalitat prescindiera de la policía autonómica y el Estado de sus fuerzas de seguridad, habría agentes de otros países dispuestos a llevarlo a cabo, y además con muchísimo gusto porque sería un factor de prestigio. Los propios "carabinieri"italianos, para citar una de las múltiples posibilidades, o la policía de fronteras alemana. Solo se necesitaría, claro está, que el Gobierno cediera las lógicas atribuciones policiales a estas unidades de otros países. Esto sería en último término una barbaridad».
Y acaba: «se ha de pasar a la letra pequeña y analizar concepto por concepto para ver que detrás de todo esto solamente hay demagogia de vuelo gallináceo; muy, pero que muy gallináceo».
Autobuses para el Papa
Josep Miró dejó la política en 1999 y fundó E-Cristians en 2001 para promover la presencia cristiana en la vida pública.
De cara a la visita de Benedicto XVI, la asociación ha contratado publicidad en 10 líneas de autobuses con mensajes de bienvenida al Papa que se verán por las calles a partir del día 25. También ha distribuido 3.000 carteles por tiendas, ayudará a enganchar los 4.000 carteles oficiales de la diócesis y distribuye balconeras.
La campaña cuesta 15.000 euros. E-Cristians ya ha recaudado 12.000 en aportaciones a la cuenta creada para ello: BBVA-0182-0171-83-0201537577.
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