A dos velas por Julián Redondo

Han desaparecido en España equipos punteros de baloncesto, de balonmano e importantes torneos de golf porque no hay un céntimo. Lo milagroso es que sobreviva el fútbol, con más trampas que una película de indios; pero acusa el momento; se aprecia en campos de Primera, que muestran más cemento que algunas urbanizaciones de la costa y, de ahí hacia abajo, solares. Es la crisis, que se lleva por delante entidades señeras, campeonatos, compromisos y documentos firmados por la autoridad competente. El deporte español está a dos velas, tieso, sin blanca, pelado, y el CSD, proveedor principal, las está pasando canutas. De cuando en cuando, la respiración asistida le permite dar un paso más. Por ejemplo, Barcelona celebrará el Mundial de Natación de 2013 porque el Ayuntamiento correrá con los gastos. La deuda que arrastra de los Juegos del 92 y las calamidades que cada día anuncia la Generalidad no son obstáculo. No es el caso de Ponferrada y su Mundial de Ciclismo de 2014. El anterior Gobierno rubricó el compromiso con la Unión Ciclista Internacional, negro sobre blanco; el anterior secretario de Estado garantizó el canon de 5 millones que la UCI percibe, y que, merced a una prórroga de un mes, se agota el 31; Miguel Cardenal, a quien le ha tocado lidiar con uno de los morlacos peor encarados de la feria, le ha dicho al alcalde Carlos López Riesco, del PP, como el Gobierno, que no va a soltar un céntimo porque no lo tiene. El CSD carece de recursos económicos para abonar el canon de Ponferrada. El deporte español está arruinado, en la miseria.