Disturbios

La revuelta de los «indignados» se salda en Valencia con 18 heridos

Dieciocho heridos, ocho de ellos agentes, y cinco detenidos. Ése es el balance de los altercados que se produjeron ayer en Valencia entre la Policía y un grupo de «indignados» del movimiento 15-M que se concentró a la entrada de las Cortes autonómicas.

Dos agentes reducen a uno de los manifestantes
Dos agentes reducen a uno de los manifestanteslarazon

Ocho agentes de Policía resultaron heridos leves por contusiones, uno de ellos agredido por el impacto en la cara de unas tijeras durante un «forcejeo», cuando varios de los «indignados» se abalanzaron sobre los policías cuando éstos iban a detener a uno de los concentrados, que comenzó a agredir a un agente, según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Posteriormente, miles de personas se concentraron a las puertas de la comisaría de Zapadores para exigir la puesta en libertad de los detenidos. Con carteles donde se podía leer «Los golpes, para los corruptos» y a gritos de «Aquí no nos movemos hasta que no salgan», los concentrados permanecieron fuera del cordón policial establecido para permitir el tráfico. En torno a las 22.00 horas, los «indignados» decidieron, en asamblea, reorientar su protesta hacia la Ciudad de la Justicia, donde iban a prestar declaración los detenidos, pero éstos fueron puestos en libertad poco después.

Respecto a la intervención policial, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, dijo que hay otras «soluciones intermedias», y criticó que las medidas del ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sean «o no hacer nada» o disolverlos «a palos».

Cotino se lleva su crucifijo a las Cortes
La VIII Legislatura dio comienzo ayer con la Constitución de las Cortes Valencianas, que estuvo marcada por la presencia de un crucifijo presidiendo la Mesa, junto con la Constitución, el Estatuto de la Comunidad y la Biblia. Sobre ella juró Juan Cotino su cargo de presidente de la Cámara, lo que provocó las protestas de los líderes de Compromís y EUPV, Enric Morera y Marga Sanz. El crucifijo lo llevó el propio Cotino, que lo trasladó de la Consejería de Medio Ambiente, y su idea es ubicarlo en su nuevo despacho de las Cortes. De hecho, ha estado presente desde hace años en los destinos que ha ocupado a lo largo de su carrera política.