Bruselas

Francia justifica la expulsión de gitanos

Bucarest pide a la Comisión Europea que investigue si las deportaciones son realmente voluntarias. 

Eric Besson ha defendido en Bruselas la expulsión de los gitanos y a la vez políticas para su integración
Eric Besson ha defendido en Bruselas la expulsión de los gitanos y a la vez políticas para su integraciónlarazon

Tras más de un mes de polémica por las expulsiones de los ciudadanos europeos en suelo francés, pertenecientes a la comunidad gitana, Francia y Rumanía subieron ayer el tono que hasta ahora habían mantenido dentro de los cauces de lo políticamente correcto.

Tanto París como Bucarest enviaron ayer a sus representantes ministeriales a Bruselas para explicar a la Comisión Europea las medidas tomadas con relación al millar de gitanos que se pretende retornar, ofreciéndoles 300 euros a los adultos y 100 a los niños. Y mientras, el ministro de Inmigración francés, Eric Besson, realizó ante la Prensa una defensa cerrada de las deportaciones, que han cumplido «escrupulosamente» la normativa comunitaria de libertad de movimiento. El secretario rumano de Asuntos Europeos, Bogdan Aurescu, indicó que han pedido a la Comisión Europea que «verifique si los retornos voluntarios han sido realmente voluntarios». «Ha habido informes de rumanos amenazados de ser expulsados a la fuerza si no aceptaban el dinero», comentó.

Además, añadió que Francia «está jugando con las estadísticas para impresionar a la opinión pública» al vincular a los gitanos con la criminalidad, ya que «en 2009 sólo había 705 rumanos en cárceles francesas, un 0,5% del total» y ninguno de los 500 ciudadanos deportados tiene antecedentes en Rumanía o Francia. «No vamos a tolerar que se viole la dignidad de sus ciudadanos o su perfil como Estado miembro», ha rematado.

Besson justificó en su encuentro ante la responsable de Justicia de la Comisión, Viviane Reding, que las expulsiones no van dirigidas contra ningún colectivo, ya que se expulsará a todos los residentes de campamentos ilegales. Y recordó a Rumanía que cada país tiene que ser responsable con la integración de sus expatriados. «Ningún Estado miembro puede dejar al cuidado de sus vecinos llevar al terreno la política de integración», remarcó.