Pago a proveedores

Propaganda sanitaria por Sergio ALONSO

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El Ministerio de Sanidad está difundiendo la especie de que gracias a él, y sólo a él, el gasto no es mayor de lo que es y las autonomías pueden sobrellevar de mejor forma el estado de práctica bancarrota en el que se encuentran. Como argumentos, esgrime el famoso tijeretazo que aplicó el Gobierno hace ahora un año, el sistema de precios de referencia de las medicinas que acaba de poner en marcha y unos acuerdos adoptados en 2010 en el Pleno del Consejo Interterritorial. Como ejemplo de su éxito, esgrime la factura de farmacia, efectivamente disminuida con respecto a ejercicios precedentes. Sanidad, sin embargo, tergiversa la verdad o, cuando menos, no la expresa de forma completa. En primer lugar, es cierto que el gasto en fármacos baja, pero sólo el registrado en los centros de salud. El generado por los hospitales anda disparado. Entre otras razones, porque el Ministerio decidió el pasado año trasvasar a los centros especializados un alto número de medicinas caras que hasta entonces se dispensaban en las boticas.


El resultado real es que las estadísticas oficiales se adelgazan, mientras los hospitales no pueden pagar las facturas. Algunos sugieren ya a los pacientes que compren medicinas en las farmacias mientras se quedan sin hilo de sutura para las intervenciones. Sanidad omite además que tardó más de un año –se dice pronto–, en articular los precios de referencia de los fármacos, y que el sistema adoptado se basa en otro que decidió tumbar la Audiencia Nacional por su ilegalidad. De los acuerdos adoptados en el Interterritorial, baste decir que todavía no hay central de compras alguna en el sistema sanitario, y que la unidosis, el proyecto mágico que Pajín prometió para el primer trimestre de 2011, no ha echado aún ni a andar.