Verdades a medias de «The Spanish Economy»

La última estrategia del Ministerio de Economía y Hacienda pasa por vender las bondades y el buen hacer de nuestra economía al resto del mundo, y en concreto a los observadores internacionales. Para lograr tal objetivo, recientemente ha puesto en funcionamiento una nueva herramienta de consulta en inglés a través de su página web.

El departamento dirigido por Elena Salgado busca así convencer de una vez por todas a los mercados y a los inversores extranjeros de la buena marcha de la economía española, y qué mejor manera de lograrlo que empleando la lengua de Shakespeare, han debido pensar en el ministerio. «The Spanish Economy», nombre de este nuevo sitio web, proporciona acceso a los principales indicadores macroeconómicos, si bien la realidad económica del país va por otro camino distinto del que muestra la web .

Previsiones dispares
Así, pronostica un crecimiento de nuestra economía del 1,3% en 2011, frente al 0,7% estimado por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la mayoría de analistas privados, o el dato más optimista, el 0,9% previsto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Las previsiones contenidas en la web de cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria de las Comunidades Autónomas chocan con la realidad. Cataluña ya ha avisado de que incumplirá el límite de déficit marcado por el Gobierno central para este año. Este dato contrasta con el optimismo de Salgado, quien hace unos días colocaba a Cataluña en el tren de las comunidades cumplidoras.

Asimismo, se puede acceder a un estudio comparativo de la deuda española frente a la alemana, donde se destaca el bajo nivel de deuda pública de España –57,7% del PIB en el tercer trimestre– en comparación con las principales economías. No obstante, la última crisis de deuda ha evidenciado la notable diferencia entre la percepción del riesgo que los inversores tienen de nuestra deuda , frente al buen comportamiento de Alemania, cuyo bono a diez años se toma como referencia. No hace ni un mes que la prima de riesgo española superaba los 300 puntos básicos, lo que supone un mayor coste de colocación de nuestra deuda. El pasado día 15, el Tesoro se vio obligado a subir la rentabilidad de la deuda a diez años a niveles de 1997.
La web subraya la buena marcha de la reforma del sector financiero o del mercado laboral. Esta última no ha logrado por el momento ninguno de sus objetivos, pues ni ha logrado reducir el desempleo –en noviembre superaba los cuatro millones de personas– ni reducir la precariedad laboral. El contrato «estrella» del Gobierno, el de fomento de la contratación indefinida, supuso en dicho mes sólo el 0,88% del total de nuevos contratos.

La ley «estrella»
Otro de los puntos destacados en la web del Ministerio es la que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, definió como «ley estrella de la legislatura». La llamada Ley de Economía Sostenible, con la que el Ejecutivo pretendía ir hacia un modelo económico más competitivo y que garantizase un crecimiento sostenible en el medio plazo, se ha quedado por el momento en nada y continúa sin ser aprobada. La ley está ahora en el Senado, donde será debatida el próximo mes de enero, aunque el Gobierno precisará de nuevos apoyos, después de sólo ser capaz de sacar adelante parte de la ley, tras la atropellada votación de hace unos días en el Congreso.

También se hace referencia a las políticas que marcarán el devenir de los próximos meses, como la reforma de las pensiones, que el Gobierno sitúa en el calendario en el 28 de enero como fecha tope. La elevación de la edad de jubilación, que podría pasar a ser de 67 años, y el aumento en el periodo de cálculo de la prestación –medidas contenidas ambas en la reforma–, rebajarán, previsiblemente, la cuantía final a cobrar.

Para el segundo trimestre del año, el Ejecutivo prevé sacar adelante la Ley de Eficiencia Energética y Energías Renovables. Si bien España es uno de los mayores impulsores de las energías «verdes», la inestabilidad e incertidumbre regulatoria, y el abultado déficit eléctrico que soporta el sistema y que, de momento, sufren las compañías eléctricas, alejan la inversión de nuestro país. El recorte de las primas a las renovables o situaciones como el futuro cierre de la central nuclear de Garoña –podría seguir operando con una mínima inversión– hacen dudar al sector privado de la conveniencia de invertir en España, que busca inversiones seguras fuera de nuestras fronteras.


La respuesta de los mercados
Tras unos meses convulsos para los mercados de deuda, principalmente para los países periféricos, la prima de riesgo de España –el diferencial entre la rentabilidad del bono español a diez años y el «bund» alemán, el de referencia en Europa– se encuentra ahora en 259 puntos básicos. De esta forma, España se ve obligada a pagar una rentabilidad del 5,54% para colocar su deuda a largo plazo, frente al 2,95% que paga Alemania, cuya deuda pública es considerada la más segura del Viejo Continente. No obstante, la situación de España está lejos todavía de llegar a los niveles de países como Grecia o Irlanda, que pagan un 11,99% y un 8,95%, respectivamente.


Cómo llegar a fin de mes, según Salgado
Madrid- El Ministerio de Economía y Hacienda, a través de su página web, pone a disposición de los ciudadanos una serie de consejos para controlar ingresos y gastos, facilitando así llegar a fin de mes. A través del enlace «Finanzas para todos», el departamento dirigido por Elena Salgado trata de ayudarnos a gestionar nuestra economía personal bajo una premisa fundamental: «Gaste menos de lo que ingresa», señala el portal. Para ello, recomienda organizar nuestras cuentas, así como elaborar y seguir un presupuesto, para sacar el mayor provecho posible del dinero. Asimismo, señala la importancia de contar con un fondo de emergencia que permita atender los imprevistos que puedan ir surgiendo. Por último, apuesta por controlar las deudas y recomienda pensárselo bien antes de solicitar un préstamo, pues la suma de pequeños gastos puede terminar convirtiéndose en un problema para nuestras finanzas.