Quiero un «BlesaBonus»

Le he dado un ultimatum al director del periódico. No entiendo por qué no me concede un «BlesaBonus». Me ha tratado con manifiesta indiferencia. No lo entiendo. Al igual que sus antecesores, Blesa llegó a la presidencia de Caja Madrid sin ningún mérito especial o conocimiento que lo justificará. Como creo en el «ascensor social» hasta puedo entender, aunque no lo comparta, que se pueda transitar en unos minutos de funcionario y abogado experto en tributos a banquero. Eran las reglas de juego. El salto cualitativo de Blesa y sus colaboradores fue espectacular. Nada que ver con su situación anterior. Entiendo eso de los bonus y los sueldos millonarios en las empresas privadas, pero me resulta insólito en una caja de ahorros. No hay mejor generosidad que ejercerla en beneficio propio, debió pensar Blesa, e hizo que se adjudicaran 25 millones de euros para él y su equipo. Un genio de las finanzas. Afortunadamente, Rato ha paralizado los «Blesa Bonus» y cabe esperar que nunca los cobren.