París

«Los negros» Genet da en el blanco

Un asesinato. Un tribunal. Un ritual. Llega «Los negros», de Genet, dirigida por Narros. Y sí, los actores son... negros.

Elton Prince, como Archibald, en «Los negros», junto a otros actores de la obra
Elton Prince, como Archibald, en «Los negros», junto a otros actores de la obralarazon

En los años 70, Miguel Narros quiso dirigir «Los negros», una de las piezas más polémicas y complejas del más maldito del malditismo literario francés, Jean Genet. El autor de «Las criadas» era contrario a que el reparto estuviese formado por actores negros, pero Narros tenía sus propias ideas y se empeñó en hacerlo a su manera. No pudo, según explicó ayer en Madrid el veterano director, porque los actores que entonces encontró no lo eran de verdad. Vamos, que faltaba profesionalidad, y no se trataba de poner a actuar a camareros. Cuatro décadas después, en una España mucho más plural en su aspecto étnico y racial, Narros tiene a su reparto. Son todos negros, sí, y españoles, jóvenes nacidos en el extranjero, pero también en Madrid y Barcelona...

Cuatro de ellos acompañaron ayer al director para presentar el montaje que llega a los Teatros del Canal. «Hablar de "Los negros"es muy difícil, tanto como contar un hormiguero», resumía el director madrileño. Veamos: en escena, un grupo de negros está celebrando una especie de ritual, como si fuera un funeral: una mujer blanca ha sido violada y asesinada. O no, porque habrá sorpresas. Cinco de ellos cubren sus rostros con máscaras blancas, representando al Estado colonial con vestimentas occidentales. Son la reina, su ayuda de cámara, el gobernador, el misionero y el juez. El coro completa este extraño ceremonial cargado de simbolismo. La ceremonia es a la vez juicio: se busca un culpable. Pero en el proceso se juzgará también a los colonizadores. «La pieza está construida sobre un tinglado en el que una serie de negros parecen culpables. Pero todos los somos», comenta el director, y aclara: «La obra es esto, ya sabemos que los negros han sido explotados, privados de libertad. La pregunta es: ¿qué podemos hacer por ellos?».

Jean Genet (1910-1986) fue cronista del arrabal, su hábitat de infancia: antes de la literatura amó a la calle, que no le correspondió: acabó en la cárcel por ladrón y chapero. "Dramatis personae"de su propia vida, libérrima e incorrecta, siguió siempre un camino: el que le dio la gana. En 1958, cuando escribió «Los negros», ya era famoso en los círculos literarios franceses, que, carta al presidente de la República mediante, lo habían sacado de prisión. Cuando estrenó esta pieza tenía escritas varias novelas y sus dos dramas más celebrados, «Las criadas» (1947) y «El balcón» (1957). En todos latía un fervor por los desfavorecidos y una rabia críptica contra la injusticia, desatada en forma de crimen y rebelión frente a los valores sociales y sexuales predominantes, que está presente también en esta obra. «Los negros» levantó ampollas en la Francia metropolitana que, al contrario que España, ya empezaba a absorber inmigración de sus colonias.

«No fue fácil ni para Narros ni para nosotros montar esta obra», asegura Elton Prince, uno de los protagonistas. Como el resto, trece actores en total, pasó por un fructífero casting en el que Narros encontró a su reparto: «Genet estaba en su derecho de no querer que fueran actores negros –reconoce el director–. No estaba atado ni sometido a nada. Lo único que contaba era su libertad». La razón, como apuntó Albert Boadella, anfitrión en la presentación como director de los Teatros del Canal, quizá estuviera en que la Francia de entonces no era la de ahora y una obra protagonizada por actores de color tenía otras implicaciones.


Inédita en España
La obra es la primera producción en España de un montaje que se estrenó en París en 1959 y que se vio en el Off Broadway en los años 80. Antes de llegar a Madrid, subió el telón en Avilés en diciembre de 2010, coincidiendo con el centenario del nacimiento del escritor. Además, el 15 de abril serán 25 años los que se cumplan de su muerte. Dos efemérides que han servido también para un par de interesantes lanzamientos editoriales. Uno es «Diario del ladrón» (RBA), confesiones abiertas del autor sobre su vida:la existencia provocadora al margen de la sociedad francesa de un huérfano que no se sintió atado a patria alguna; otro, la reedición de la novela «Milagro de la rosa» (Errata Naturae).

Narros no se muerde la lengua cuando se le pregunta por el racismo hoy en día en España: «Aún hay algo. A la Policía le queda un poco todavía: tenemos la sala de ensayos en Carabanchel. A uno de mis actores, hace unos días, cuando venía a ensayar, lo pusieron contra la pared del edificio y lo cachearon». No lo dice, pero se entiende que el único motivo aparente era el color de su piel. La compañía se muestra combativa también: «Menos mal que cerraron la cárcel de Carabanchel, si no, no llegaríamos a trabajar a diario», denuncia D'Noé, mediática rapera y reportera.

En general, lo siguen teniendo más difícil; existe, por avanzados que nos creamos, una barrera invisible en la sociedad que dice que unos ciudadanos son menos iguales que otros. Y lamentan que esto suceda también en su profesión: «Estoy orgulloso de tener en esta obra mi primer papel en el que no tengo que poner acento africano, cubano o árabe», dice el tarraconense Isaac Vidjarakou. D'Noé va más allá: «Con esta obra estamos rompiendo con el estereotipo del actor negro que sólo puede hacer papeles de yonkie, de prostituta y personajes marginales».

Genet, nada complaciente, puso al hombre blanco contra las cuerdas en este pseudojuicio ambientado en un funeral de ritos antiguos. «Es curioso, porque hay momentos divertidos en los que el espectador blanco se siente culpable de lo que está escuchando y no se ríe», cuenta Boré Buika, otro de los actores.

Vidjarakou tiene claro que, «en el fondo, la función habla de los prejuicios que tenemos las personas, no sólo los blancos contra los negros, también los negros contra los blancos, e incluso entre sí». Todo un juicio a los prejuicios.


El detalle
Místers y hip-hoperas
Entre el reparto de «Los negros» se ven rostros jóvenes y guapos: lo suele dar la profesión de actor o actriz. Pero en el montaje, uno de los protagonistas tiene un dato objetivo para sacar pecho como el más atractivo: oficialmente, Isaac Vidjarakou lo es. O lo fue al menos hace unos años, en 2002, cuando el actor de Tarragona fue Mr. España. Desde entonces ha hecho programas como «La isla de los famosos» y obras de teatro como «Zona de choque». También modelo y actor es Elton Prince, otro de los protagonistas, camerunés de origen llegado hace años a Barcelona, al que veremos en breve en la televisión como un ministro corrupto en el caso del secuestro del Alakrana. Más curiosidades: el papel de Village lo interpreta Boré Buika. El apellido da pistas: sí, es el hermano de la cantante Concha Buika. Otra de las protagonistas es D'Noé, «la sobrina de Obama», como bromea la hip-hopera desde su sección de humor en Cuatro.



Dónde: Teatros del Canal. Madrid.
Cuándo: del 26 de enero al 6 de febrero de 2011.
Cuánto: de 12 a 25 euros. Tel. 91 308 99 99.