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El sindicato de Méndez ha recibido del Gobierno 20 millones en año y medio
Unos, funcionarios y ciudadanos de a pie, observan impotentes cómo sus sueldos serán recortados o sus pensiones congeladas. Y otros, los que amenazan y convocan huelgas mientras pactan con el Gobierno, apenas notan el recorte y, año tras año, reciben millones y millones en subvenciones. Es el caso de los sindicatos y, en concreto, de UGT, uno de los más activos negociadores con el Gobierno y cuyo secretario general, Cándido Méndez, es gran amigo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, con quien suele compartir los derbis Madrid-Barça. En el último año y medio han recibido del Estado –sin contar lo que obtienen de comunidades y ayuntamientos– al menos 20 millones de euros para preparación de seminarios, cursos o, incluso, para fomentar la actividad sindical. Partidas similaresUnas partidas las que han recibido que, a pesar del tijeretazo del Gobierno, han sido prácticamente similares a las de años anteriores. Con dos apuntes: primero, dos días antes de que el Consejo de Ministros aprobase el tijeretazo, el Gobierno convocaba, como todos los años, las ayudas para «fomentar la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores». Más de 16 millones se embolsarán entre todos, como en 2009, cuando a UGT le tocaron cerca de 7,1 millones de los 17 a repartir por, básicamente, hacer su trabajo. Y segundo, al día siguiente, el 21 de mayo, la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT recibía –también el resto de organizaciones– 390.649 euros con el objetivo de fomentar la actividad sindical en la enseñanza privada.Pero mes a mes, han ido recibiendo fondos de todo tipo. Para becas, congresos, cursos... Da igual el motivo o si el acto a subvencionar es susceptible de ser recortado en época de ajustes. Desde los más de 11 millones que obtuvieron en abril de 2009 para desarrollar «planes de formación continua en el ámbito de las Organizaciones Sindicales», a los 276.570,04 euros que recibió la Federación Alimentaria de UGT el pasado febrero en el marco del programa «Desarrollo del Medio Rural».En el caso de 2009, algunas de las subvenciones concedidas a UGT (y al resto de organizaciones) fueron, por ejemplo, 388.040,20 euros para «fomentar la actividad sindical en la enseñanza privada». Suponen 2.610 euros menos que lo concedido este año, es decir, aquí no se recorta. En abril, UGT-Madrid obtuvo otros 49.980 euros en concepto de financiación de los «gastos de funcionamiento de las Reales Academias, Academias y otras instituciones». Aquí, ninguna Real Academia de Medicina de España recibió más fondos que la organización sindical. Abril fue un mes en el que comenzaba a verse todo cada vez más oscuro. El Gobierno decidió intervenir y dar un giro a su equipo y, entre otros, sustituyó al ministro de Economía, Pedro Solbes, por Elena Salgado. Aun así, la situación empeoraba y seguían faltando dinero y puestos de trabajo. Millones. Pero se seguía invirtiendo en seminarios o conferencias, como la de UGT-Madrid sobre «La Estrategia de Lisboa», que se embolsó 25.000 euros, los mismos que CC OO por su actividad «El modelo social europeo entre la crisis política y económica de la UE».Y llegaba septiembre, con el paro a punto de cotas históricas y la actividad de los sindicatos no estaba al cien por cien donde tenía que estar. Los de Méndez tenían que gestionar los 53.100 euros que les habían entregado para su actividad «Trabajo y seguridad social en América Latina». Y en diciembre se hacían también cargo de otros 159.413 euros destinados a la Unión Estatal de Pensionistas, Jubilados y Prejubilados de la UGT. O de 36.00 para diferentes cursos como el de «Iniciación a la pizarra digital interactiva» o el de «Formación para el desarrollo de Educación para la Ciudadanía».Y hay más, pues a estas cifras hay que sumar lo que le toque del reparto de los más de 47 millones aún sin dueño.
Comisiones Obreras, alarmada por los «pactos» de Méndez Los dirigentes de Comisiones Obreras mantienen un sordo malestar por las relaciones que mantiene el secretario general de la UGT, Cándido Méndez. Concretamente, admiten sin ningún tipo de tapujo que el trato del líder ugetista con el presidente del Gobierno ha influido «negativamente» a la hora de abordar las cuestiones de cada momento desde la unidad de acción sindical. De hecho, cuando UGT se negaba a hablar de huelga general, Comisiones ya lo hacía sin cortapisas a principios de este año. En estos meses, en más de una ocasión la organización sindical dirigida por Ignacio Fernández Toxo no ha podido ocultar su malestar por la influencia que el jefe del Ejecutivo ejerce en la acción sindical a través de su buen amigo Méndez. El secretario general de UGT incluso ha llegado a frenar en seco las ansias de protestas de los de Comisiones Obreras. Es más, Zapatero sondeó hace unos días Méndez sobre la fecha de la futura huelga general que prometen los sindicatos si hay «decretazo». Y es que la amistad de José Luis Rodríguez Zapatero y Méndez viene de lejos. El sindicalista es de las pocas personas que comparte con el presidente los derbis Barcelona-Real Madrid en La Moncloa.
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