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Mota: yo me lo guiso

El grupo, en plena gira, autoedita su segundo álbum, «Excusas para no salir de la cama», con un sonido más eléctrico

Mota: yo me lo guiso
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MADRID- Mota lo forman Manuel Martos (voz) y Álvaro de Azcárate (guitarra y programaciones). Tras un primer trabajo con EMI en 2006 y un segundo álbum autoeditado, «Excusas para no pisar la cama», ha encontrado su sonido más particular y electrizante en una gira que les llevará por las principales ciudades españolas. El grupo suena a carretera y a electricidad. Si algo han aprendido Manuel y Álvaro es que la música, además, exige cada día más. Ahora no sólo cantan. Además, Manuel, hijo del mítico Raphael, ha tenido que aprender a ser director de marketing de sus campañas, «community manager» de las redes sociales de su grupo, y por supuesto, el mejor relaciones públicas que su arte pudiera encontrar. ¿Que la música está cambiando? A pasos agigantados, pero lo que está claro es que Mota ha madurado.

-¿En qué proyectos están embarcados?
-En una gira dentro del programa «Girando por salas», una gran iniciativa de conciertos fuera de la Comunidad de Madrid. Hemos estado en Aranda, Toledo, Jaén, y nos quedan muchos aún, entre otras ciudades, Barcelona y Madrid. Tocamos también en Regents Street en Londres, una pasada, la verdad.

-¿Aprovechan el tiempo que viajan para componer?
-Solemos trabajar por fases. Ahora, de momento, estamos tocando en directo el repertorio de nuestro segundo disco, y por supuesto que vienen ideas y sensaciones, pero somos más de dedicarle a la composición el tiempo necesario cuando le corresponde.

-¿Y cómo componen?
-No tenemos una fórmula. Los dos aportamos melodías o acordes, alguna frase de la que empezamos a tirar. La forma se la damos juntos.

-¿Y la maquetación?
-Trabajamos codo con codo. La maquetación y la producción son muy importantes para ambos. Firmamos al cincuenta por ciento. Somos los dos en todo y para todo.

-¿Cuál es la relación que mantienen con la discográfica?
-El segundo disco ya nos lo hemos autoeditado. A pesar de estar en una multinacional, la sensación de ver pasar el tiempo resulta demasiado dura; es normal y lo entiendo perfectamente: si las compañías no venden y no ganan dinero no pueden invertir en proyectos, pero nosotros hemos emprendido este camino y creo que es el correcto para ser lo que queremos: tengo la portada que quiero, el diseño que me apetece y elijo hasta al mastering.

-¿Cómo cree que será el futuro?
-Incierto, aunque tendrán que cambiar las cosas. Para un primer álbum puede tener sentido dejarse llevar, pero para alguien consagrado o más maduro en la industria, los tiempos que permiten la autoedición. El modelo de negocio actual no tiene nada que ver.

-¿Afectará a la manera de concebir las giras?
-Es cierto que cada vez nos encontramos con un mayor número de problemas. Los ayuntamientos no tienen un duro y tardan demasiado en pagar, es terrible. La única solución es montártelo tú mismo. Estamos sufriendo tres crisis: económica, de ventas y, por supuesto, de galas. Ahora no sólo soy cantante, también director de marketing, «community manager», envío mis discos y casi cierro los bolos. ¿No te parece que tenemos demasiadas cosas de las que ocuparnos? Somos pequeñas multinacionales en nosotros mismos.

-¿Qué parte disfruta más de su profesión?
-El escenario, los focos, la sala, el ambiente, es lo que más.

-¿Con qué grupo le gustaría cantar?
-Cantaría con Freddy Mercury. Era el más grande; aunque me habría bloqueado seguro.

-¿Y con quién no subiría nunca a un escenario?
-Con cualquier grupo de música country. La odio.

-Su canción es...
-«Creep», de Radiohead. Por esa canción decidí ser músico.


El detalle
MÚSICO Y PADRE

No es tarea fácil compaginar la vida familiar y musical y a Manuel Martos no le duelen prendas a la hora de reconocerlo: «Resulta complicado; da igual cuándo llegue y dónde haya estado tocando. Además, los enanos se levantan pronto y ahí hay que estar. Es duro, pero también lo más grande que tengo. Me apasiona», confiesa, y desvela cuáles han sido sus últimas adquisiciones musicales: «Acabo de comprarme un grandes éxitos de los Guns and Roses», dice la voz de Mota.