Brasil

«Dolor paz y serenidad» en el adiós a Belén

La familia de la menor fallecida en Halloween la despide hoy con un funeral en la catedral de Alcalá

Nicolás, el padre de Belén Langdon, ayer, a la salida del tanatorio de San Isidro, donde la velaron
Nicolás, el padre de Belén Langdon, ayer, a la salida del tanatorio de San Isidro, donde la velaronlarazon

MADRID- «Hay que aceptarlo». Nicolás Langdon, el padre de la menor muerta en la avalancha del Madrid Arena, aseguró ayer que la familia está viviendo con «mucha tristeza y mucho dolor» la pérdida de su hija. Un dolor que, según afirmó, va acompañado por una sensación de serenidad y paz gracias a su fe.

Cientos de personas acudieron desde las cinco de la tarde al tanatorio San Isidro, en Madrid, a velar a la joven. Ya desde un rato antes, algunos jóvenes se encontraban esperando en la puerta a que se abriera la sala donde se iba a velar a la menor y a la que llegaron sus padres y sus seis hermanos pocos minutos antes de la hora concretada. Tras los familiares, las primeras personas en llegar a la sala 10 del tanatorio fueron varias amigas de Belén que llevaban dos grandes centros de flores blancas. Durante los días que la joven permaneció ingresada en el Doce de Octubre, también contó con la presencia de decenas de compañeros y amigos del colegio Aldeafuente en el recinto hospitalario.

Bajo la lluvia esperaba un nutrido grupo de periodistas, a los que el padre de la joven fallecida, Nicolás, se acercó para agradecer su interés: «Estamos viviendo estos momentos con mucha tristeza, con mucho dolor, por nuestra pérdida, pero a la vez con la serenidad y la paz que da cuando uno se abandona a las manos del Señor. Ha querido que sea de esta manera, y hay que aceptarlo. De esa manera uno se siente muy triste, evidentemente, pero con mucha paz y mucha serenidad».

Los padres de la joven recibieron la noticia de lo sucedido durante la fiesta de Halloween en el Madrid Arena en Brasil, país en el que el padre trabaja como arquitecto desde hace un par de años y al que su mujer se había trasladado para acompañarle coincidiendo precisamente con el puente.

Esta mañana, a las once, los amigos y familiares de la única menor fallecida en el trágico suceso –que era donante de órganos– la despedirán con una misa funeral que se oficiará en la catedral de Alcalá de Henares en su memoria.

 

María Teresa, la otra herida, sigue crítica
María Teresa, la joven que permanece hospitalizada en la Fundación Jiménez Díaz, continúa «estable» aunque su estado de salud continúa siendo crítico. La chica, de 20 años de edad, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos. Presenta un aplastamiento torácico y la falta de oxígeno que sufrió le originará, según fuentes hospitalarias, importantes secuelas en el futuro. Sus amigos continúan a través de las redes sociales expresando su ánimo a la joven: «Aférrate a la vida. No la sueltes. No te dejes caer. Te queremos Teresa», rezaba uno de los mensajes de ánimo.