Lisboa

Telefónica y Portugal Telecom negocian contrarreloj una salida a la compra de Vivo

El consejo de PT se reunió ayer por segundo día consecutivo sin pronunciarse acerca de la oferta de Telefónica.

Incertidumbre hasta el final. Al cierre de esta edición, Telefónica y Portugal Telecom negociaban contrarreloj una solución pactada para que la operadora española se haga con el 30% que la portuguesa tiene en Vivo, después de que el consejo de administración de esta última concluyera ayer sin que hubiera ningún nuevo pronunciamiento. La multinacional española está dispuesta a pagar hasta 7.150 millones de euros por la participación accionarial. El plazo dado por la operadora española concluyó a las 12 de la noche hora portuguesa (una de la madrugada en España). Después de cuatro horas de reunión, el máximo órgano de gobierno de la compañía de telecomunicaciones portuguesa dejó en manos de Telefónica el futuro inmediato de la operación.El pasado día 30 de junio la junta de accionistas de Portugal Telecom aprobó la venta con una mayoría del 74% del capital, pero el Gobierno del socialista Sócrates, que cuenta con 500 acciones de clase especial, vetó la operación haciendo valer su «acción de oro», declarada después ilegal por el Tribunal de la UE.Apoyo del BESEl mayor accionista de la compañía lusa, Banco Espirito Santo, reiteró en el día de ayer su apoyo a la operación. El presidente de la entidad financiera señaló que la alianza entre PT y Telefónica en Brasil se ha «agotado», por lo que la compañía lusa debería empezar a pensar en «una nueva vida». El directivo resaltó que «todavía» hay oportunidades en el país latinoamericano, donde PT tiene todas las condiciones para ser «una empresa ganadora», y añadió que, con los recursos que se lograrían con la venta de Vivo la compañía podría aliarse con otros grupos brasileños.Ricardo Salgado recordó que el presidente de Brasil, Lula da Silva, ha expresado «reiteradamente» su deseo de que el operador luso continúe en el país. El presidente del BES añadió que PT no necesita la asociación que mantiene actualmente con Telefónica, socios al 50% en Brasilcel –holding que controla un 60% de Vivo– para reanudar con «éxito» las actividades en Brasil, e indicó que es imposible continuar la gestión de la alianza. Sin embargo, el ministro luso de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, declaró que «la posición del Gobierno es conocida: hizo un pronunciamiento en contra, por lo cual si la propuesta no es alterada, lo mantiene». El ministro aseguró que los directivos de PT cumplirán su obligación de velar por los «intereses» de los accionistas, entre ellos el Estado luso.Silva Pereira puntualizó que el asunto de Vivo no fue abordado en el Consejo de Ministros celebrado ayer y recomendó tranquilidad.