Retiro

Más de un millar de peregrinos se han confesado ya en el Retiro

Más de mil de peregrinos se han confesado hasta este martes a primera hora de la mañana en el madrileño parque del Retiro, según han informado a Europa Press fuentes de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que esperan que esta cifra de penitentes se "multiplique"en los próximos días, sobre todo con la llegada del Papa Benedicto XVI.

Las mismas fuentes han indicado que desde las 9.00 horas ya había peregrinos esperando frente a las vallas que limitan el espacio en el que están ubicados los 200 confesionarios. Asimismo, una fila de sacerdotes aguardaba a primera hora su turno para poder confesar mientras varios voluntarios comprobaban sus datos y les entregaban las albas.


Entre los confesores, el sacerdote de la hermandad brasileña de los Heraldos del Evangelio José Francisco Hernández ha señalado que la JMJ "es una ocasión para acercar a los jóvenes a Cristo y a la Iglesia"y, por lo tanto, "la confesión es uno de los elementos más importantes para que esto se dé". "Los jóvenes se sienten atraídos a la penitencia y esta iniciativa de reforzar este sacramento me parece una idea fantástica que espero que se mantenga en las próximas jornadas mundiales", ha valorado.


Este sacerdote, que repite este martes la experiencia de confesar en el Retiro, ha advertido de que no sólo se confiesan jóvenes peregrinos, sino también gente mayor que aprovecha el paseo por el parque para "pedir perdón". "Las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra --ha apostillado--. Las personas salen de la confesión desahogadas y en paz".


Esta sensación la suscribe el peregrino ecuatoriano Segundo Merisalde, que ha asegurado, nada más confesarse, que todo el que acude a este sacramento "siente una gran satisfacción y alegría". Pero este joven no solo es penitente sino también sacerdote diocesano, lo que demuestra que quien imparte este sacramento también lo recibe. "El sacerdote se confiesa porque, como hijo de Dios, tiene también responsabilidad con su vida", ha aclarado.


Los voluntarios ubicados en el recinto de los confesionarios aseguran que el goteo de penitentes "es constante"desde las 10.00 horas, aunque hay una mayor concentración en las horas centrales del día. Hacen dos turnos de seis horas y algunos de ellos van en patines para moverse entre los confesionarios y acompañar a los sacerdotes y penitentes.


Los voluntarios se sitúan en los accesos laterales aprovechan para animar a los paseantes a confesarse y les ofrecen cuadernillos "para que hagan el examen de conciencia y se preparen bien la confesión", explican.


Lejos del ambiente de silencio y recogimiento de la zona de confesión, la Feria Vocacional presenta un ambiente más festivo, donde no cesan cánticos y bailes de los numerosos grupos que por allí pasean. Ordenes, congregaciones y movimientos explican a cientos de peregrinos y curiosos la labor que realizan dentro de la Iglesia, les animan a participar en algunas iniciativas y les regalan estampas, medallas o pulseras de tela, entre otros artículos.