España
María de Villota grave tras chocar contra un camión
Madrid- Las noticias eran contradictorias y confusas incluso doce horas después de ocurrir el accidente en el que el Marussia F-1 pilotado por la española María de Villota chocaba violentamente contra un camión de la propia escudería. Pero lo importante es que la madrileña, aún con heridas de gravedad, permanece consciente y fuera de peligro, si bien no se conocen por el momento la trascendencia de las heridas y sus posteriores secuelas, si las hay.
A primera hora de la mañana el equipo Marussia de Fórmula Uno, del que Villota es piloto de pruebas, se había desplazado hasta el aeródromo de Duxford para realizar algunas pruebas de aceleración y estudiar el comportamiento de las nuevas modificaciones aerodinámicas para el Gran Premio de Gran Bretaña que se disputa este fin de semana. Las pruebas consistían en recorridos en línea recta, por lo cual no se alquiló un circuito. Eran entrenamientos sencillos. Pero algo debió fallar en el monoplaza nada más iniciarse la sesión. Eran las ocho y cuarto de la mañana, una hora más en España, cuando el Marussia se desequilibró y fue a empotrarse contra la parte trasera del camión de servicio del equipo. El impacto fue tremendo y toda la zona delantera del monoplaza quedó destruida, a pesar de que la velocidad no era excesivamente elevada. Además, a algún testigo le pareció notar que se bloqueaba a fondo el acelerador.
María fue atendida con celeridad por la ambulancia que siempre acompaña a los equipos y trasladada con heridas graves al hospital de Addenbrooke, en donde su estado de salud permanece estabilizado, dentro de la gravedad. A última hora de la tarde no se conocía un parte médico oficial, aunque una de sus hermanas informó de que María, aunque con importantes heridas en la cara, no perdió el conocimiento. Algo que anima al optimismo y acrecienta las posibilidades de una rápida recuperación de la única piloto española que ha conseguido llegar a la Fórmula Uno.
Lo lleva en la sangre
María de Villota es un ejemplo de luchadora que está en las carreras tanto por convicción propia como por tradición familiar. Su padre, Emilio, ganó el Campeonato Aurora Británico de F-1 y representó a España en Grandes Premios varios años. Sus hijos han mantenido su vocación y María, en un mundo nada fácil para ella, supo luchar contra la adversidad y llegar hasta donde casi nadie pensaba que subiría. Es piloto de F-1 por méritos propios y por su experiencia en monoplazas de altas prestaciones.
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