El Ganko 2008

Rioja sigue dándonos buenas noticias. En este caso a cargo de un viticultor francés, Olivier Rivière, de escuela bordelesa, que ha trabajado ese terruño. Su secreto es hoy el pasaporte del vino de autor, ya que elabora con método biológico, pagos de viñedo viejo. Su filosofía, de respeto a lo medioambiental, es también una apología del tempranillo y una pincelada de garnacha.

Roble francés, selección al límite para buscar un tinto de mucha expresión. La nota de cata tal vez no lo separe de los grandes vinos que se están facturando en La Rioja contemporánea, ya que es muy aromático, con frutas seductoras y especias arrebatadoras. El paso de boca es muy elegante y equilibrado, aunque carece de cierta personalidad. Este bodeguero, que también se ha atrevido con los blancos y que está trabajando en terruños navarros –caso del Emilio Valerio–, anuncia un gran vino que en próximas añadas más indómitas está sin duda por llegar.