Elecciones autonómicas
La diáspora vasca podrá volver a votar
La semana próxima se conocerá la disposición adicional que se incluirá en la Ley Electoral. La iniciativa, promovida por Basagoiti, puede influir en el resultado de los comicios vascos
MADRID-La próxima semana se conocerá la disposición adicional que se va a incluir en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), que permitirá que aquellas personas que tuvieron que abandonar el País Vasco por las amenazas de ETA y su entramado puedan votar en las próximas elecciones vascas, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.
Peligrosa para López
Un adelanto precipitado de los comicios por parte del lendakari Patxi López, que ha asegurado que pretende completar la legislatura, sería interpretado como un intento de no dar tiempo a que la modificación legal entre en vigor, ya que la considera «peligrosa».
En esa disposición, según las citadas fuentes, se establecerán una serie de condiciones que las citadas fuentes prefieren, de momento, no dar a conocer. En ellas se establecerá qué personas pueden ejercer el voto pese a no residir en el País Vasco por las citadas razones y no porque hayan abandonado el territorio por otros motivos o circunstancias.
Se trata de un asunto que parece, en principio, complicado, y que los partidos que creen que les puede perjudicar (en especial, los separatistas) quieren presentar como imposible de resolver. No es así. Lo que ocurre es que dichas formaciones están preocupadas ante el afloramiento de un asunto que siempre ha estado ahí pero que muy pocos han querido denunciar, hasta que el presidente del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti, tomó la iniciativa.
Han sido muchos años de terrorismo y lo que ello implica. De hecho, a estas alturas no está garantizado que ETA haya cesado definitivamente en sus actividades criminales, ya que mantiene un debate interno, que no terminará hasta enero del año que viene, y cuyo resultado será el que más convenga a la banda.
Las cifras que se han manejado en los últimos meses, desde que LA RAZÓN publicó la primicia, sitúan el número de ciudadanos afectados entre 200.000 y 300.000. La cifra puede parecer grande, pero responde a la realidad, en función de lo que ha sido la actividad de ETA y su entramado, convertida en algunos momentos y en zonas del País Vasco en un auténtico ejercicio de «limpieza étnica», al más puro estilo nazi.
No era sólo que las Fuerzas de Seguridad se pusieran en contacto con una persona –empresario, político, periodista, juez, fiscal, policías, guardia civil, ertzaina; o un simple quiosquero o propietario de una mercería (por no haber cedido al chantaje del llamado «impuesto revolucionario»)–, sino que los grupos del entramado proetarra se dedicaban a hacer la vida imposible a cualquier persona calificada de «españolista» y, por lo tanto, según los esquemas del fanatismo, «enemigo del pueblo vasco». Cuando lo asesinaban, el comentario era siempre el mismo: «Algo habrá hecho».
Esas personas tienen, según las citadas fuentes, todo el derecho a votar en las elecciones vascas, gracias a la iniciativa promovida por Basagoiti. En la disposición adicional que se insertará en la LOREG, se tendrá en cuenta a los que ya estuvieron en su día censados en la Comunidad Autónoma; la constatación de las amenazas, en los casos que se pueda acreditar por tratarse de asuntos judicializados tras la desarticulación de células; las aportaciones que hagan los afectados; etcétera.
En cualquier caso, el asunto ha sido tratado, a nivel de una comisión de especialistas, por el Ministerio del Interior con toda la rigurosidad que requiere un tema como éste. Se ha contado, desde el primer momento, con expertos cualificados en la materia.
La cifra de personas afectadas va de las 200.000, que citaba un informe publicado en 2008 por la Fundación BBVA; o la disminución del censo desde que ETA intensificó, en 1979, su actividad criminal: 309.000 votantes.
Apoyo de Interior
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha apoyado el proyecto: «Es razonable que si hay miles de ciudadanos que, viviendo en Iberoamérica, pueden votar en las elecciones aquí, tiene todo el sentido que estudiemos la posibilidad jurídica de que vascos que se han tenido que ir fuera del País Vasco pero que están en España puedan hacerlo también en próximos comicios».
Prueba del nerviosismo que entre los proetarras provoca la posibilidad de que estos ciudadanos voten en las elecciones es la conversación mantenida por el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, en la cárcel de Logroño hace unas semanas: «Los españoles son unos tramposos. ¿Es que se han vuelto locos?».
Aseguró que se trata de una maniobra para evitar que la llamada «izquierda abertzale» gane en dichas elecciones y, curiosamente, confiaba en que el PNV hiciera piña con los proetarras para evitar el voto de los que tuvieron que abandonar su tierra por culpa de las amenazas de ETA y su entramado.
¿FIN deL ASCENSO ABERTZALE?
El mapa político del País Vasco puede verse sensiblemente alterado si los «exiliados» emiten su voto. En ese caso, los partidos constitucionalistas se verían favorablemente afectados en detrimento de las formaciones abertzales y nacionalistas. Al lado, último sondeo de NC Report.
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