Lucha contra el desempleo

Los 42 millones de parados empañan la foto del pacto social

La foto del presidente del Gobierno en La Moncloa con los agentes sociales quedó ayer deslucida por las dramáticas cifras del paro registradas en enero. Un mes más se vuelve a hablar de récord histórico en el número de parados.

El paro subió en enero en 130.930 personas y supera ya los 4,2 millones de desempleados
El paro subió en enero en 130.930 personas y supera ya los 4,2 millones de desempleadoslarazon

Después de la tregua registrada en diciembre, enero nos lleva de nuevo a la cruda realidad del mercado laboral español con un nuevo incremento de desempleados de 130.930, un 3,19% más respecto a diciembre y un 4,51% más respecto a enero de 2010, según datos del Ministerio de Trabajo. Aunque enero suele ser un mes tradicionalmente malo para el empleo, este año se ha comportado peor que en el mismo periodo del año anterior, cuando se destruyeron 124.890 puestos de trabajo. El número de parados registrados en los servicios públicos de empleo alcanza así la cota histórica de 4,2 millones, la cifra más alta de toda la serie comparable que arranca en 1995 y la más elevada desde que comenzó la crisis en 2008. En resumidas cuentas en enero se destruyeron 4.223 empleos diarios. Para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «no hay consuelo para las cifras de paro» ni aún menos «resignación posible» ante éstas, aunque sean estacionales. La ministra de Economía, Elena Salgado, consideró también los datos «malos», aunque confió que, en la segunda mitad de 2011, se crearán entre 50.000 y 100.000 empleos, cifra que reconoció que es «pequeña». Pero la reforma laboral no acaba de arrancar como lo desmuestra el hecho de que la contratación temporal, que en enero supuso el 90,79% de todos los contratos siga avasallando a la contratación indefinida (9,2%). En dicho mes se firmaron 102.733 contratos indefinidos, 8.138 más respecto a enero de 2010 y 9.562 más respecto a diciembre. Sin embargo el contrato estrella de la reforma laboral, el de fomento a la contratación indefinida (con 33 días de despido) sigue sin emplearse. Así, sólo 8,72 de cada 100 contratos fijos se realizaron bajo esta modalidad.

La mayoría del empleo se perdió en el sector servicios, el 80% del total, y 105.080 desempleados nuevos, seguido de la industria con 8.266 parados nuevos y la construcción (5.275). Mientras aumenta el paro, la Seguridad Social arrojó en enero una destrucción de empleo de 223.143 afiliados respecto a diciembre, lo que sitúa el total de afiliados en 17,3 millones, cada vez más lejos de la cifra alcanzada en julio de 2007, cuando había casi 19,5 millones de cotizantes.

Pero lo preocupante de todo esto es que el porcentaje de los desempleados que reciben algún tipo de prestación comienza a remitir. En diciembre un 77,40% de los parados recibía algún tipo de prestación frente al 80% de diciembre de 2009. Y es que la primera oleada de parados que se vieron afectados por la crisis hace ya más de dos años comienza a perder su derecho a la protección por desempleo. El agujero de las cuentas públicas por el pago de estas prestaciones no para de crecer. Si en 2008 los gastos alcanzaron los 21.041 millones, en 2010 esta cifra se elevó a más de 27.000 millones. Para los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo y UGT, Cándido Méndez, el paro es consecuencia de las medidas unilaterales que ha ido adoptando el Gobierno y que se han revelado inútiles.


27,3 millones en un mes a los sindicatos

- El Gobierno sigue manteniendo «viva» la hucha de los sindicatos. Desde que empezó el año, han recibido más de 27,3 millones para proyectos como:
- La ayudas más cuantiosa llegó en forma de convocatoria un día después de Reyes, el 7 de enero. 26,6 millones para financiar planes de formación en las Administraciones Públicas.
- Otros 107. 566 recibieron el día 24 de enero del Ministerio de Sanidad, Política Social el Igualdad para proyectos como «La Igualdad, un remedio para la crisis», de USO. CC OO se embolsó 50.943 euros para, entre otras acciones, la «realización de la revista trabajadora»