Barcelona

Clamor contra los barracones

La Fapac congrega en una fiesta a los afectados de los ocho colegios de Barcelona que conviven con módulos.

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Barcelona- «Que nadie se confunda, los barracones no son gratuitos, el alquiler es costoso y algunos se encuentran en terrenos privados». Así de tajante se mostró ayer Francesc Morales, portavoz de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Cataluña, tras leer un manifiesto frente a un centenar de familias en el parque de la Ciutadella.
Una reivindicación lúdica pensada para los más pequeños–hubo música, merienda y talleres de pintura–, organizada por la entidad en la que los padres de los alumnos de los ocho colegios barceloneses que conviven en los módulos prefabricados –La Maquinista, Mediterrània, Fluvià, Cartagena-Els Encants, Can Fabra, Sant Martí, Bailén-Univers y Congrés-Indians– exigieron respuestas a la consellera Rigau sobre el futuro de sus centros.
En enero de 2008 se firmó un protocolo entre la Generalitat y el Ayuntamiento en el que se acordó destinar 411 millones a la construcción de seis nuevos colegios en la ciudad, que después se amplió a ocho construcciones. Desde entonces, sólo dos de los colegios previstos están en obras y el resto, a la espera de noticias de su construcción. Una situación que deriva en que más de un millar de niños acudan cada día a clase a un barracón y, si se cumplen las previsiones por el incremento de alumnos, en septiembre podrían ascender a 1.500 escolares. Las instalaciones han mejorado respecto al pasado –tienen calefacción y todos las prestaciones–, pero su objetivo es la temporalidad y en algunos casos, como el del Mediterrània o el Fluvià, ya llevan en esta situación más de cuatro años.
«Somos flexibles, pero creemos que con tres años es suficiente. Los niños deben llegar a Primaria en un centro en condiciones», recordó Morales. Al sobrepasar la barrera de los tres años y con el incremento de alumnos año tras año, según explicaron los afectados, se pierde superficie para espacios comunes en favor de nuevas clases y lugares como el patio o la biblioteca ven reducidas drásticamente su área.
«Nuestra intención es reunirnos en un mes con la consellera Rigau, conocer su compromiso con nuestra problemática y que haga público un calendario concreto en el que se detalle la construcción de los centros pactados», apuntó el presidente de la Fapac en Barcelona, Enric Llurba.
Los ánimos no están en su mejor momento. Con la llegada de los recortes presupuestarios del Govern se ha aplazado la construcción de estos centros y son conscientes de que alargar la situación de provisionalidad en barracones es inamovible.
«Sólo pedimos transparencia informativa y saber cuándo construirán los centros, pero la administración debe ser consciente que con tres años es más que suficiente», recordó el portavoz.


«Nos gusta el proyecto educativo, pero no el hacinamiento de alumnos»
«No hay espacio suficiente»
La hija de la familia Madrid va al CEIP La Maquinista desde hace 3 años, ahora tiene 5. «Las instalaciones se quedan pequeñas, los niños hacen dos turnos de comedor y el patio se inunda si llueve». lamentan.
«En dos años la situación será dramática»
Roger tiene dos hijos, el que está en edad escolar va al CEIP Els Encants. «Nos gusta el proyecto educativo pero la solución que dan es sumar barracones, hay carencia de espacios comunes».
«Queremos el centro antes de 2013»
Mª Victoria y Sergi tienen una hija de 3 años y esperan otra. Están «encantados» con el equipo del CEIP Can Fabra pero lamentan la falta de una buena biblioteca o un patio suficientemente grande para 156 alumnos.