El electricista fundido

Es un giro importante en la rocambolesca historia de los 271 picassos inéditos descubiertos a finales del pasado año. Su supuesto propietario, Pierre Le Guennec, el electricista que trabajó para el pintor en los últimos años de su vida, ha sido imputado junto a su esposa por la justicia por «receptación», delito consistente en beneficiarse de un bien aún sabiendo que procede de un hecho delictivo. Lo que les obligará a comparecer a finales de mes ante un magistrado para explicar el origen de las obras. El procesamiento por la juez de instrucción de Grasse, en el sureste de Francia, se produjo el 3 de mayo según reveló ayer «Le Monde». Un golpe a la teoría sostenida por los Le Guennec, que aseguraban que la colección había sido un regalo del artista. Los datos aportados a la investigación por la directora jurídica de Picasso Administration, encargada de gestionar el legado del pintor, contribuirían a desmontar la tesis del electricista, en cuyo garaje habrían dormido las obras cuatro décadas. En secreto hasta que Le Guennec, necesitado de dinero, acudió en 2010 a los herederos del pintor en busca de certificados de autenticidad. Según la investigación, son varias las contradicciones que aparecen entre lo declarado por la pareja y los elementos proporcionados por la familia, que estima imposible que los 271 picassos estuvieran en esa propiedad . Tampoco cuadrarían con los regalos hechos por el artista de su instalación en la Costa Azul en 1946. Ninguna está firmada y fechada, algo inhabitual en Picasso. Dos puntos más suscitan la intriga. Los 540.000 francos –unos 82.317 euros– que Jacqueline Picasso, última esposa del pintor, entregó al matrimonio, sin más justificación y diez años después de que la pareja recibiera supuestamente el lote de manos del genio. Y la relación de parentesco entre el electricista y el chófer de Picasso, Bresnu, fallecido en 1991 y beneficiario de otra rica colección. Una parte debería haber sido subastada en diciembre, pero los herederos, entre los que se halla Le Guennec, decidieron aplazar la venta.

El detalle
SOSPECHOSO
Cuando se conoció la noticia el pasado año y el electricista afirmó que Picasso (dcha.) le había «regalado» el lote, las alarmas saltaron. Entre otras cosas, porque muchos no podían entender las razones por las que el artista le hizo un presente tan excesivamente generoso.

80 millones de euros
El «tesoro» del electricista consta de varios dibujos recogidos en cuadernos, nueve collages cubistas, guaches, y 30 litografías y bosquejos, realizados entre 1910 y 1920. El conjunto está valorado en 80 millones de euros.