Sevilla

De punta a punta en moto

Los amantes de la carretera pueden recorrer la Península Ibérica sobre una Harley Dadvison o una Victory Vision de lujo. Sobre las dos ruedas, el destino es, casi, lo de menos. El viaje se convierte en la experiencia más inolvidable.

Todas las salidas se hacen desde la capital. En la imagen, al fondo, la vista del Monasterio de El Escorial
Todas las salidas se hacen desde la capital. En la imagen, al fondo, la vista del Monasterio de El Escoriallarazon

 

El termómetro está al rojo vivo. Pero el viento sopla a nuestro favor y la temperatura baja considerablemente. Subidos a lomos de una moto de lujo, ya sea una Harley Dadvison o una Victory Vision, entre otras tantas –siempre de los modelos Touring y Custom de las marcas míticas–, el camino se convierte en el viaje más apasionante. El destino importa, pero en este caso no tanto. Saliendo desde la capital, de la mano de la empresa España en moto, recorrer la Península Ibérica sobre dos ruedas es un placer al alcance de cualquiera, ya que alquilan grandes motos y organizan rutas turísticas guiadas o no, según las preferencias del viajero.

Si lo que busca el motero es ir a su aire y disfrutar sin ataduras de la carretera, la alternativa perfecta son las rutas no guiadas. La mayoría de ellas son de un día, aunque también es posible hacer noche. Desde un viaje a Ávila hasta una excursión a la localidad segoviana de Pedraza –cruzando la sierra madrileña–, o al cacereño valle del Jerte, las posibilidades son muchas. Los menos aventureros pueden optar por seguir las ruedas de dos guías, uno en moto y otro en una furgoneta de apoyo. En este caso las opciones se multiplican, con viajes de hasta 11 días y diez noches.

Para este verano, si no quiere pasar demasiado calor, una buena alternativa es la ruta del norte, con visitas a Segovia, Ávila, Salamanca, Santiago de Compostela, Santander, Bilbao o Soria, entre otros destinos. Y entre parada y parada, resulta obligatorio sentarse a la mesa y darse un atracón de lo mejor de la gastronomía española, como los asados castellanos, el pescado gallego o los mariscos del mar Cantábrico. Poco más de 2.000 kilómetros y 30 horas en moto permiten al viajero colmar sus cinco sentidos de la esencia del norte de España. Los apasionados del sur también tienen una atractiva opción, haciendo noche en Trujillo (Cáceres), Sevilla, Ronda (Málaga), Granada y Córdoba y pasando, además, por ciudades tan emblemáticas como Cádiz o Toledo.

La geografía española da para mucho, más aún si el camino se convierte en destino. El único requisito es abrir bien los ojos, estar bien atentos a la carretera, pararse donde nos venga en gana y disfrutar del momento.