Ciencia y Tecnología
Autogeneración= Autoconsumo por Ramón TAMAMES
En la más popular de las zarzuelas españolas, «La Verbena de la Paloma», hay un aria, por así decirlo, en la cual el viejales protagonista manifiesta aquello de que «las ciencias adelantan que es una barbaridad». Y ciertamente ahora estamos en un proceso de continua asimilación de nuevas técnicas que van a permitir, virtualmente, casi cualquier clase de cosas.
Los grandes diques para domeñar los ríos más caudalosos de cada país, las más ricas minas de carbón, o los pozos más fructíferos de petróleo y gas, han sido los suministradores habituales de energía, para alumbrar, calentar, etcétera nuestras casas. Pero en un futuro próximo podría suceder que esos aprovisionamientos energéticos se consigan, al menos en buena medida, con una autogeneración capaz de atender el autoconsumo.
En energía fotovoltaica se está progresando rápidamente: el aprovechamiento del silicio y demás inputs necesarios para construir los paneles solares, es cada vez mayor. Hasta el punto de que se habla de una eficiencia productiva superior a la de los combustibles fósiles de aquí a 15 años.
Otro tanto podrá suceder, en las zonas de la naturaleza más favorecidas según los mapas de vientos con la energía eólica. En ese sentido baste recordar que en poco más de 20 años se ha pasado de los aerogeneradores de 0,5 a los de 10 megavatios.
Más difícil será, en cambio, el aprovechamiento de los residuos urbanos a escala doméstica. Por la sencilla razón de que sus energías implícitas no es posible captarlas fácilmente, sino que exigen profundas trasformaciones químicas, que sólo resultan factibles con grandes inversiones que permitan obtener las imprescindibles economías de escalas.
En resumen, el sueño de la autosuficiencia sin emisiones de gases de efecto invernadero y sin grandes movilizaciones de capital va a ser una realidad a no mucho tardar. Siempre que la organización de la sociedad humana así lo haga posible, frente a los grandes y poderosos consorcios de grandes generadores, que quizá no estén tan de acuerdo con el autoaprovisionamiento.
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