En guerra por los salarios

Madrid- El conflicto que enfrenta a los pilotos de Iberia con la compañía aérea por la creación de una línea de bajo coste para los trayectos de corto y medio radio confronta dos visiones según el bando con el que se hable. Mientras para Iberia se trata de una cuestión de supervivencia y la huelga, la respuesta a un convenio colectivo «insostenible», para los pilotos la puesta en marcha de Iberia Express es «ilegal» porque contraviene el convenio colectivo. El trasfondo no es otro que el salarial y el número de horas de vuelo reales que los pilotos deberán realizar para la nueva marca de Iberia, aunque hay otros conceptos, como el de la seguridad, que los tripulantes consideran que se ve afectado por las condiciones que quiere implantar la empresa. El salario medio de los 1.500 pilotos de Iberia ronda, según el convenio, los 200.000 euros anuales, con picos de 300.000 euros. La compañía insiste en que estas remuneraciones, que le supusieron un total de 300 millones de euros en 2010, no están en sintonía con el mercado y no son viables para una compañía de bajo coste como Iberia Express. La intención de Iberia es que los nuevos pilotos contratados para esta aerolínea tengan unas tablas salariales «ajustadas» a la competencia, según explicaron a este diario fuentes de la empresa. Según la aerolínea, se barajaban sueldos cercanos a los 45.000 euros para un piloto recién contratado en Iberia Express, que alcanzaría los 65.000 euros al segundo año. Actualmente, un piloto de Iberia gana cerca de 83.000 euros en su primer año en la compañía, aunque en 10 meses ve incrementado su salario en 10.000 euros. No obstante, el jefe de la sección del Sepla en Iberia, Justo Peral, señaló que «mantendrán sus medidas» si la compañía no cumple «a rajatabla» los acuerdos firmados y no abandona esta «cortina de humo», como calificó el lanzamiento de Iberia Express, que es en realidad, dijo, «la entrega de activos a British Airways a través de la segregación de los activos de la aerolínea española y el despido de trabajadores». Peral reiteró que los pilotos han ido a la huelga en contra de «la externalización de la producción, que supondrá un coste de 5.000 puestos de trabajo y la entrega de sus activos a British Airways». El Sepla mantiene su disposición a negociar –pese a los dos días de paro convocados– un «acuerdo justo y equilibrado».