Historia

Londres

Tony Blair consideraba a Brown un «loco sin redención»

El ex ministro Mandelson revela las miserias laboristas 

El Ministerio de Gordon Brown sufrió, según el libro de Mandelson, ataques estratégicos del entonces primer ministro, Tony Blair
El Ministerio de Gordon Brown sufrió, según el libro de Mandelson, ataques estratégicos del entonces primer ministro, Tony Blairlarazon

Ninguno de los dos está ya en el poder, pero su relación de «amor-odio-eterno» sigue ocupando los titulares. Y es que parece que Reino Unido no está dispuesto a olvidarse de Tony Blair y Gordon Brown, los dos hombres más importantes de la historia moderna del laborismo. El último capítulo de su enrevesada historia viene de la mano de Peter Mandelson, el que fuera ministro de Negocios en el anterior gobierno. En unas polémicas memorias que desde hace días está desgranando el rotativo «The Times» éste relata que Blair describía a su enemigo más acérrimo como «loco, malo, peligroso y sin redención».Aunque se pensaba que todas las miserias de los dos políticos habían sido ya contadas, Mandelson descubre nuevos secretos y desvela, por primera vez, la «operación Osito Teddy». Se trataba de un plan elaborado por Blair y sus asesores para dividir en dos el ministerio del Tesoro –la todopoderosa cartera de Brown– para debilitarle. Hasta en dos ocasiones intentaron moverle al ministerio de Exteriores, pero finalmente desistieron por temor a que dimitiera y se convirtiera en una amenaza mayor.

Según el libro, el momento de más tensión entre los dos se produjo cuando Blair se presentó a las elecciones de 2005 después de haber prometido que iba a dejar el cargo. La presión era tal que el ex premier calificó al escocés de mafioso y aseguró que era alguien «defectuoso, falto de perspectiva y con paranoias respecto a él». Tras la inesperada tercera victoria del laborista, ambos tuvieron una reunión para discutir la reforma de las pensiones y Blair dijo que había sido «el momento más feo» que jamás había vivido.

Las memorias de Mandelson no pueden llegar en peor momento para el laborismo, concentrado ahora en buscar un nuevo líder. Todos los candidatos intentan pasar página y comenzar una nueva era, pero el ex ministro no parece que vaya a dar tregua. Por algo siempre fue conocido como «Príncipe de las tinieblas».