Discurso de despedida

Apreciado señor Montilla:
De forma totalmente gratuita y sin pretensión alguna le sugiero el siguiente discurso de despedida:
«Señoras, señores. Cuando llegué aquí, mi antecesor, el señor Maragall, me dejó un lío organizado porque se empeñó en sacar adelante un Estatut que nadie reclamaba, esencialmente para demostrar que él era capaz de hacer lo que Pujol no había hecho.
Además de ese lío, me tuve que organizar la vida con unos socios de gobierno con los que no hay forma de aclararse. Unos porque, siendo verdes y ecologistas, mandan en la policía catalana; y otros porque sólo les importa separarse de España y van a su bola.
Así que con su pan se lo coman. Y señor Mas, seguro que esta vez gana y gobierna, pero vamos a ver cómo se lo organiza entre su corazoncito, que le acerca Esquerra, y su cartera, que le lleva al PP.
Por mi parte, sólo me queda confesarles que yo de lo que me alegré y no está en los papeles fue cuando ganó "la Roja"el Mundial, pero lo tuve que reprimir; así que ustedes me disculparán, pero servidor va a recoger a su señora y me voy a ir a los toros, eso sí, en mi pueblo.
En fin que éste es mi último discurso y quiero recordar a aquel que dijo:
"Dios líbrame de mis amigos, que de mis enemigos ya me encargo yo"».