Grecia

Campaña decisiva por Sabino Méndez

La Razón
La RazónLa Razón

Permítanme que infle un poco la pechera y, por una vez, me ponga serio y haga un discurso político. Esta vez estamos, me temo, ante una campaña decisiva. A la vista de los hechos que han sucedido recientemente en Grecia, creo que nos ha llegado el momento de elegir si queremos ser como ellos. El principal problema político de nuestro país en estos momentos empieza a parecerme que es la cantidad de gente que ha hecho de la política su medio de vida y no sabrían como ganársela fuera de ella. O sea, que hay un buen número de españoles que sólo sabe vivir si es con cargo al presupuesto público.

Por supuesto, sería una generalización injusta decir que son así todos nuestros políticos. Pero no sería injusto, sino realista, admitir que se ha creado en nuestra política una proporción demasiado elevada de ese tipo de cantamañanismo; más elevada de lo sano, recomendable y digerible por cualquier sistema político. Problema que puede empezar a ser el de toda la Unión Europea a la que nos descuidemos. Ese tipo de políticos gustan de halagar a las masas y se revelan incapaces de tomar una decisión que, aunque imprescindible y necesaria, vaya contra ellas.

Generalmente, se han adscrito al mundo del trabajo por cosanguinidad, copas compartidas o registro civil. El temor a perder su trabajo los convierte en seres habladores pero inoperantes y esperamos ardientemente que se disuelvan por falta de resistencia ante el ridículo.

Pero no será tan fácil, con lo cual no nos va a quedar más remedio que hacer algo al respecto. Mírenles a la cara uno por uno, antes de depositar su voto. No se trata tanto de izquierdas o derechas sino de saber qué queremos ser en el futuro. Podemos acertar si vamos en serio.