Los profesionales advierten que el recorte sanitario colapsará la atención primaria

BARCELONA- Los profesionales de la atención primaria advirtieron ayer que la entrada al sistema sanitario –los CAP– no puede recortar su presupuesto y, a la vez, asumir más actividad sin evitar que todo ello tenga «graves efectos» en la calidad asistencial. Por este motivo, una decena de entidades científicas y sociedades profesionales dieron a conocer ayer un manifiesto «en defensa de la salud de todas las personas de Cataluña». Exponen no sólo la delicada situación en la que se encuentra la atención primaria, sino también las consecuencias de las medidas anunciadas y se proponen alternativas a éstas. «Otra salida de la crisis es posible, pero no la del negocio», dijo el director de la Fundación Instituto Catalán de Farmacología, Joan Ramon Laporte.
De momento, cada centro de atención primaria ha recibido las consignas de su gestor, ya sea público o concertado, para contener el gasto. En mayor o menor medida, los centros se están viendo obligados a reducir su gasto farmacéutico en un 10 por ciento, no cubrir las vacantes o bajas, evitar al máximo posible la derivación de pacientes a especialistas, e, incluso, dejar de prestar servicios.
«El presupuesto destinado a la atención primaria supone alrededor del 15 por ciento del total, lejos del 25 por ciento que destinan los países más avanzados», dice el manifiesto. La atención primaria está infrafinanciada en relación a los hospitales y lo que pretende el Govern es que, reduciendo aún más su presupuesto y su plantilla, haga más, denuncian los profesionales. Por poner un ejemplo, el hecho de que las listas de espera se amplíen porque los hospitales realizarán menos operaciones supondrá que los pacientes, a la espera de pasar por quirófano, visiten más a su médico de cabecera y consuman más fármacos, es decir, más gasto para el CAP. Cabe añadir que, hoy por hoy, y siendo la puerta de entrada del sistema sanitario, el número de visitas realizadas por la atención primaria es ocho veces superior a la que llevan a cabo los hospitales. «Arrimaremos el hombro, pero queremos saber dónde vamos», dijo la presidenta de la sociedad catalana de Medicina Familiar y Comunitaria, Dolors Forés.

Alerta sindical
Por su parte, UGT denunció que las medidas impuestas para reducir un 10 por ciento el presupuesto sanitario conllevarán el despido de 7.200 personas. Para el sindicato, «hay mucha ambigüedad y falta de transparencia» por parte del Govern, ya que considera que se pretende «esconder» el alcance real del recorte. Y apuntó que se trata «del primer paso en el desmantelamiento del sistema».