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Celio el primo-novio de Marina Danko está asustado por Jesús Mariñas
Tira a dar más que a matar. Es un Palomo herido, aunque la ruptura matrimonial ha agudizado su capacidad pictórica, redemostrada en la exposición que anteanoche inauguró en León. Es una muestra previa a la que traerá el l0 de abril a Madrid.
Mientras, Belén Esteban sigue desbarrando ahora contra una gloria periodística nacional como es Pedrojota, nuevo objetivo de la barriobajera de labios descolgados. Vasile sigue consintiendo despropósitos como éste al creerse que España es la Italia de Berlusconi, aunque poco nos falta. Palomo relame sus heridas y me desmiente cualquier enganche amoroso como el que Marina Danko mantiene con su primo segundo Celio. Hablé con el piloto y lo encontré asustado: «No sabes la que me están organizando por quererla. Ayer me encontré a varios fotógrafos al recoger en el colegio a mi hijo pequeño. ¿A qué viene todo este interés?», se pregunta.
–Pues sólo es el principio. Ya han vendido un nuevo reportaje, que incluye beso. Prepárate para el miércoles 28, cuando declares en el juzgado por la patria potestad del niño, que pretende quedarse Inés, madre y azafata, con la que durante dos años conviviste en Barcelona. Sé que te reclama un pastón y la casa. Esto funciona así y Marina, perro viejo en el tema del corazón, debió prevenirte, le advertí.
Le ofrecí ayuda para moverse en el trincador mundo rosa, que Marina maneja con la misma habilidad que los niños Medina Abascal. Ahí disminuye su Grandeza de España, aunque no llegue a creer que haya mal rollo entre la súper elegante Nati y su nuera Laura, que no le llega al taconazo. La bilbaína pudo desbancarla en los estilismos de Mango marcando un gol desde su propia portería. Nati tendrá, tiene, muchos defectos, pero no incurre en vulgaridades comparadoras, ni siquiera con su enemiga Carmen Lomana. Intuyen batallita familiar, igual no se equivocan, porque Nati ya no colabora con la firma de Isaac Andic desde que despidió a Damián González. Mientras, yo sigo perplejo con lo que el liberado Palomo me cuenta:
–Yo nunca he vendido, ni venderé, mi vida privada– sigue lanzando a matar metiéndosela hasta el puño.
–¿Fue su primo Celio el detonante de vuestro divorcio?
–Antes hubo otros dos hombres.
–Me aseguran que Marina está negra conmigo...
–Tú sabes bien que a ella no le gustan las personas que contáis la verdad.
–¿Qué hay de la joyera venezolana? ¿ Mantenéis un lío?
–Ojalá. Lo que sí te aseguro es que nunca me enamoraré de un pariente–, me dice feliz. Que le dure.
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