Eduardo Gallo / Matador de toros: «Todavía me queda mucho por decir y por demostrar»

Eduardo Gallo vivió grandes tardes de novillero en Madrid. Saboreó la gloria de la puerta grande. Sin embargo, tras ocho años de alternativa, echa en falta haber cuajado una faena triunfal como matador de toros. Hoy tiene la oportunidad de hacerlo y dice estar «concienciado» para ello.

–¿Listo para esta tarde?
–Por supuesto. Llevo todo el invierno preparándome, incluso desde antes de saber que torearía en Madrid, y el trabajo ya está hecho.

–Es la única tarde que va a Las Ventas, ¿hay que darlo todo?
–La verdad es que sí. Por desgracia siempre hay compañeros que por algún motivo se pueden caer de su cartel y alguien tiene que sustituirles. Ojalá que mañana dé motivos para que confíen en mí.

–En diciembre confirmó en México, ¿qué sensaciones tuvo?
–Muy buenas. Desde el primer momento cogí bien la embestida al toro mexicano y corté una oreja muy importante.

–Habla del toro de México, ¿qué diferencias encuentra con el astado del campo bravo español?
–Se nota mucho lo despacio que embisten. Son más difíciles de torear que los que te vienen rápido y fuerte, ya que con éstos el peligro y el miedo pasa deprisa.

–Esta tarde le toca lidiar astados de Martín Lorca, ¿qué opinión le merece esta ganadería?
–Creo que habrá opciones. La verdad es que cuando uno viene a Madrid va a por todas. Soy consciente de que estoy en la mejor plaza del mundo, así que, que el sol salga por donde quiera.

– Acabó tarde la temporada, ¿ha tenido tiempo para entrenar?
–Fue todo muy seguido. No he parado de torear y eso es muy positivo para no perder la forma.

–¿Cómo tiene planteado el año? ¿Depende de Las Ventas?
–Por supuesto. Excepto tres o cuatro toreros punteros, todos tenemos las miradas puestas en Madrid.

–¿Se considera un veterano con tan sólo 27 años?
–A pesar de ser joven he vivido muchas experiencias. Todavía me queda mucho por decir y por demostrar. Aunque llevo ocho años de alternativa, soy un torero nuevo ya que no me ha visto mucha gente.

–¿Tiene una espina clavada con Las Ventas al no haber triunfado allí aún como matador de toros?
–Como novillero le debo todo a esta plaza. De momento, por unas cosas o por otras, como torero no he podido cuajar una tarde soñada.

–¿Qué le pide al futuro?
–Suerte. Para triunfar hay que tener un poco de ella. No lo es todo, pero nunca está de más.

La antesala de San Isidro
Las Ventas acoge esta tarde el último festejo antes de que el jueves comience la isidrada. Harán el paseíllo Salvador Vega, que vuelve a Madrid tras cuatro años de ausencia; Eduardo Gallo, avalado por su buen paso por América; y Alfonso Oliva Soto, que pasó sin suerte por Sevilla. La terna lidiará seis toros de Martín Lorca, ganadería con la que David Mora cortó una oreja el pasado 15 de agosto en este mismo coso en el tradicional festejo en honor a la Virgen de la Paloma.