y ellos ya preparan la mochila

MADRID- «Tal como hicimos hace un año frente a la prohibición de la Junta Electoral, no nos sentimos vinculados por dichas restricciones, en un ejercicio consciente de desobediencia civil». Así se expresa la Comisión Legal Sol del movimiento 15-M. Para ellos, las directrices de la Delegación del Gobierno no son asumibles y, desde el instante en que se autorizaron unas horas concretas para manifestarse en el centro de Madrid, se han mostrado en contra de acatar a la autoridad.

El objetivo: volver a tomar la Puerta del Sol. Las redes sociales bullen de «indignados» que aseguran que acamparán en la plaza e invitan a todos a ver amanecer el domingo en la misma acera en la que se instalaron durante más de dos meses hace un año. Las páginas web del movimiento 15-M hablan de resistencia pasiva, de cómo fotografiar los «abusos» que prevén de la Policía e, incluso, de cómo responder legalmente ante los «procedimientos sancionadores tramitados al amparo de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana».

Durante toda la semana los indignados han organizado distintas actividades y convocado manifestaciones que, poco a poco, van cercando los alrededores de la plaza. Hay convocados actos en Descalzas, Callao, Carmen, Sevilla, Santa Ana, Benavente, Tirso, Pontejos, Mayor y Ópera entre el 12 y el 15 de mayo, de manera que si desalojan Sol, pueden acudir a concentrarse a cualquier otro lugar. Por ejemplo, el 13 de mayo las asambleas tratarán sobre «desobediencia civil y no violencia».

De hecho, algunos comentan abiertamente que «somos mucho más potentes en movimiento por la ciudad» y recuerdan los desalojos de agosto de 2011, cuando, al estar el kilómetro cero bloqueado por la Policía, se dedicaron a invadir otros espacios. Otro de los ejemplos es el del Hotel Madrid, donde se instalaron tras la última gran convocatoria de manifestación en octubre.
Además, todas las asambleas que se celebrarán en los alrededores de Sol tienen hora de inicio y de fin, mientras que las que se realizarán en el lugar emblemático del movimiento 15-M –convocadas algunas para la hora en la que se termina la autorización de la Delegación del Gobierno– no tienen horario de finalización. También se repetirá el «grito silencioso» que, el año pasado, marcó el comienzo de la prohibición de la Junta Electoral Central de manifestarse en la jornada de reflexión de las elecciones autonómicas y municipales.

Y todo ello envuelto en una agitación diaria a través de las redes sociales, que, mediante «hashtags», intentan «caldear» el ambiente de cara al próximo sábado.