Zapatero avisa a Gómez: «No me gustan las posturas numantinas»

A partir de aquí todo lo sucedido el pasado fin de semana (declaraciones, contradeclaraciones, entrevistas, comunicados...) responde a intoxicaciones de unos y otros . De un lado, Gómez y el PSM; de otro, los colaboradores del vicesecretario general, José Blanco. En medio, la secretaria de Organización, Leire Pajín, quien no es la primera vez que tiene que equilibrar sendas posiciones. No es un secreto a estas alturas que el número dos del PSOE nunca creyó en las posibilidades electorales de Gómez -y Blanco no toca nunca de oído-; tampoco que el secretario general de Madrid se pegó un tiro en la sién el día que salió públicamente a criticar al dos de Zapatero; menos que la polémica tenía que estallar más pronto que trarde. Y ayer, como era de esperar, llegó a la Ejecutiva Federal, donde el número uno del PSOE lanzó un aviso a navegantes: «No me gustan las posiciones numantinas».Hasta aquí la literalidad de la frase en respuesta a una inervención de la portavoz del PSM en la dirección federal, Maru Menéndez, para reivindicar a Gómez yel trabajo realizado en la federación madrileña desde que tomó las riendas. De la intención de las palabras de Zapatero, que también pidió prudencia y discreción sobre las candidaturas, hay varias versiones. La de la quienes sostienen que el aviso era sólo para Tomás Gómez por su empecinamiento en ser candidato a la Comunidad de Madrid aún a sabiendas de sus remotas posibilidades, y la de quienes afirman que el mensaje iba dirigido tanto a los socialistas madrileños como a quienes como Blanco están por la labor de desalojar a Gómez del cartel electoral. Los primeros aseguran que Zapatero habló de «corresponsabilidad», de que las decisiones había que tomarlas en aras del «interés general» y no «personal» y de que la solución final trasciende del ámbito madrileño. Los segundos niegan esta versión y además añaden que el número uno llamó al «diálogo» entre todos. Quienes conocen a Zapatero aseguran que no le ha gustado nada la polémica radiada y escrita en los periódicos durante el pasado fin de semana, que está disgustado con la filtración de la reunión de Chaves y Gómez y que, de momento, no ha tomado una decisión al respecto.Todo dependerá, subraya un miembro de la dirección federal, «de lo sanguinolienta que pueda ser la guerra que ha declarado Gómez», quien se mantiene frme en su huída hacia adelante. EL PSM, de momento, está mayoritariamente con su jefe de filas.