España

La maraña de leyes autonómicas aleja a los inversores

Los presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell y del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, quisieron transmitir ayer en la sede del Círculo una imagen de unidad del mundo empresarial después del cruce de acusaciones públicas que ambos dirigentes mantuvieron hace unas semanas a cuenta de la negociación colectiva.

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Lo que les unió ayer fue la presentación de un documento sobre la competitividad de la industria española elaborado conjuntamente por ambas organizaciones en el que resaltan la unidad de mercado como factor determinante para el buen desarrollo de la industria en nuestro país.
En la presentación de dicho documento Rosell explicó que «las prioridades de los empresarios son siempre las mismas» y que su tarea «es tratar de influir en el Gobierno y los partidos para que hagan lo que crean necesario para crecer» y «convencer a los sindicatos sobre cuál es el camino más adecuado» para ello.

Uno de estos caminos es «resucitar», en opinión de ambas organizaciones, el sector industrial en nuestro país como motor de la recuperación de la economía. «Sin industria no deberíamos vivir», señaló el presidente de la CEOE, para recordar que el modelo a seguir es el de Alemania, cuyo nivel de exportaciones alcanza el 56% frente al 23% de España. El peso de la industria en la economía española es del 15%, más de la mitad de lo que era en los años 70, cinco puntos menos que en otros países como Alemania o Suecia e inferior al 20% de promedio que se alcanza en el mundo desarrollado.

Uno de los aspectos que ha influido negativamente en el desarrollo de la industria, es según la CEOE y el Círculo de Empresarios, la fragmentación de España en varios mercados de carácter regional lo que ha generado una pérdida de «atractivo» para la inversión industrial. En España la inversión directa extranjera fue el año pasado de 10.450 millones de euros, casi un 80% menos que el año anterior, cercana a niveles de 1992 y 1993, según el documento de ambas organizaciones. En este sentido el Círculo y la CEOE proponen reducir las «incertidumbres normativas» para evitar que una empresa instalada en todo el territorio nacional se vea sometida a 17 legislaciones diferentes.

Según un estudio de la OCDE –aglutina a las 30 economías más desarrolladas del planeta– el coste de la regulación en España asciende al 4,6% del PIB mientras que en Finlandia llega sólo al 1,6%. Como falta de unidad de mercado el vicepresidente del Círculo de Empresarios y presidente de su Comité de Política Económica, Fernando Eguidazu, puso como ejemplo el que empresa instalada en España no puede hacer una producción en serie porque se ve obligada a etiquetar en lengua autonómica, lo que genera un enorme coste para la empresa. Eguidazu señaló a LA RAZÓN que en este sentido las cosas están empeorando porque cada vez hay más regulación autonómica. Según muchos expertos esta forma de legislar responde a intereses políticos.

«Muchos políticos parecen pensar que su Comunidad tendría menos relevancia que la vecina si aceptara la regulación estatal en determinados campos en vez de tener una normativa propia», según destacan varis expertos en un informe sobre unidad de mercado elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Para revertir esta situación y mejorar la seguridad jurídica y calidad regulatoria de las empresas, la CEOE y el Círculo proponen evitar la entrada de productos que no cumplan con la normativa europea y que, por tanto, no hayan soportado los mismos costes, lo que supondría una competencia desleal para las empresas asentadas en España.

Claudio Boada mencionó la búsqueda de fórmulas que mejoren la competitividad de la industria, a través de una mayor inversión en I+D+i, una mejor educación y una mejor financiación. «La transformación de la industria no puede hacerse sin la financiación adecuada», concluyó.

La pipa de la paz
«Por mucho que quieran enfrentarnos no lo van a lograr». Con esta frase comenzó el presidente de la CEOE, Juan Rosell, su intervención ayer junto al presidente del Círculo de Empresarios, quienes hace una semanas mantuvieron un cruce de acusaciones públicas a costa de la negociación colectiva. Boada y Rosell mostraron la unidad empresarial entre las dos organizaciones y clarificaron que no existen «encontronazos» entre ambos. El presidente de la CEOE señaló que Boada es un «viejo y buen amigo», y dijo que las prioridades de los empresarios son siempre las mismas «con pocas diferencias». Mientras, Boada indicaba que la visión que pueda tener su organización de la negociación colectiva es una «opinión».