González mete en el cierre los ERE y los fantasmas del pasado

Sevilla- «No va a haber salto atrás. El domingo vamos a ganar». Arrancó Griñán tras subir al filo de las 19: 40 al escenario de su penúltimo mitin en Córdoba. Esta vez estuvo acompañado. El ex presidente Felipe González y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quienes llegaron juntos en un coche conducido por el primero, lo arroparon en el Polideportivo de Fátima.
Hubo vítores, interacción con las gradas y banderas al aire, en la expresión de un ritual que aún es el mejor formato para mantener las filas propias unidas y movilizar. Y eso hicieron, pedir el voto, cada uno a su manera. Rubalcaba lanzó un reto a la militancia: «Os veo fuertes para hacer a Griñán el domingo presidente de la Junta», comenzó. Les dijo que era portador del cariño del resto del partido, «orgullosos de lo que hemos hecho en Andalucía en estos 30 años». «Quién lo iba a decir –proclamó-, que el cortijo de la derecha iba a acabar siendo una comunidad autónoma de primera». Les instó a no dar al PP «las llaves de vuestras escuelas, hospitales…», para que no se repita la victoria de Rajoy, quien «ganó con muchas mentiras» y «cambió la vida de muchos hacia atrás». Hizo notar que Arenas no es distinto a Cospedal, Feijóo…, y planteó que lo que se vota el 25 es «quién gestiona la crisis». Convencido de que «este partido lo vamos a ganar», dio paso a González, quien habló del caso ERE sin nombrarlo. Admitió que en las filas del PSOE ha existido quien «mete la mano», lo que calificó de «indecencia». Pero matizó: «Nos salen algunos corruptos, en el PP a veces salen algunos honrados». Acusó a los medios de la «caverna» de «estar haciendo ruido para desmoralizar y confundir». Llegó a comparar lo publicado sobre corrupción en las andaluzas con la «campaña» que le «prepararon» a él para desalojarlo del poder en el 1996. Y defendió que la democracia «es la aceptabilidad de la derrota, no la alternancia». Incluso le enmendó la plana al candidato: «No es verdad que haya dos caminos para salir de la crisis, por el que vamos no salimos». Abogó por trabajar «más y mejor» y por conservar en Andalucía el «foco de resistencia a la ola reaccionaria».
Y Griñán le recogió el guante: «Toda la artillería mediática la han puesto mirando aquí porque somos una verdad incómoda, que les dice que se puede salir de la crisis de otra manera, sin retroceder», mantuvo. Tras las críticas al Gobierno, apuntó: «No somos ‘ocupas' del poder, somos quienes hemos ganado ocho veces las elecciones por lo que hemos hecho». Provocó gritos de «presidente», al sumar: «Para nosotros Andalucía es única y para ellos, una más y no de las mejores». Llamó a pelear, como hicieron de nuevo horas después en el mitin de cierre en Sevilla.«Os veo y lo veo, os siento y lo siento: vamos a ganar el domingo en Andalucía», comenzó Rubalcaba, interrumpido por aplausos. Tras cortarse dos veces el sonido, el respetable respondió: «Estos son los recortes del PP». El polideportivo de Alcosa se quedó pequeño, en la primera y última demostración de fuerza del PSOE en la campaña, en la que Rubalcaba aseguró que Andalucía «nunca más se arrodillará».