«Después de "Cuéntame"quiero retirarme»

–Pues sí, el jueves 15 cumplimos justo diez años y dos días desde el estreno.
–¿Y cuál es el secreto?
–Yo creo que es una serie muy viva que recoge los cambios de la sociedad española. Por eso el espectador no se cansa.
–¿Y no se cansa usted?
–No, al revés, es un reto cada vez mayor. El personaje de Mercedes ha crecido mucho desde que llegó del pueblo y cosía pantalones, para contribuir a mantener a la familia hasta convertirse en la mujer preparada, reivindicativa y trabajadora de ahora.
–Debo decirle que tiene usted más pinta de nórdica que de la típica Mercedes española.
–Bueno es que al principio ni yo me creía al personaje... Y había mucha gente que decía que yo no encajaba con él. Pero creo que ahora Mercedes es mucho más que un físico: es la mujer emprendedora y luchadora de tantas y tantas familias.
–Eso también lo es usted y le viene de casa.
–Sí, yo he tenido la suerte de vivir en una familia muy unida y con unos valores universales como los que transmite la serie: amor, honestidad, generosidad, solidaridad…
–Todo se repite, usted echaba de menos a su madre cuando se iba a trabajar al centro de preparación al parto, y sus hijos le echan de menos a usted cuando se va a rodar.
–Es cierto, me echan muchísimo de menos, como me pasaba a mí con mi madre… Y además está profesión es muy esclava: cuando rodamos podemos empezar a las siete, cuando los niños aún duermen, y volver a las nueve cuando están a punto de meterse en la cama... Por eso cuando no ruedo, los llevo al cole, al médico, ¡a todas partes, no me pierdo nada! Pero es que esta sociedad no está hecha para conciliar.
–¿Y después de esta serie le gustaría hacer la gran película o retirarse?
-Retirarme.(Dice en un susurro mientras me mira y sonríe).
–¿Sin hacer una película super sexy y en la que hiciera de mala malísima?
–¡Pues la tendría que hacer rápido ya, porque se me va a pasar el tiempo, jajaja…! Pero bueno, yo dejo que las cosas sucedan. «Cuéntame» apareció en mi vida de manera inesperada y supuso mi mayor gratificación profesional y personal y mi crecimiento como actriz… Así que creo que es la gran película es mi vida.
–Además si ahora tuviera que hacer, qué se yo, «Instinto Básico» qué dirían los niños ¿no?
–Desde luego porque son mis críticos más feroces, sobre todo mi hijo. Y cuando eres madre cuidas más lo que haces y quieres que ellos se sientan orgullosos... Pero «Instinto Básico» ahora se ha quedado hasta ingenuo ¿no?
–Tanto como ingenuo…
–Bueno, yo tampoco me veo de «sex symbol», aunque lo bueno de ser actriz es interpretar papeles que no tienen que ver contigo.
–Será ahora, en la piel de Merche, porque antes hizo algunos papeles sexy y fuertecitos…
–(Se queda pensativa) Pues mira, sí, igual lo haría. De la misma manera que no tengo ninguna ambición tampoco la dejo de tener, depende del momento de tu vida, de si te apetece… Pero no lo haría sólo por el futuro de mi carrera.
–No me extraña que pueda elegir, con tantos premios, tanto reconocimiento, una familia perfecta tanta gente que le quiere… ¿qué le falta?
–No creo que me falte nada… Creo que incluso podría dar yo un poco.
–Y de hecho lo hace.
–Lo intento, porque me siento una mujer afortunada. Además es una satisfacción para mí dar mi imagen y mi voz a muchos millones de niños que lo necesitan, fundamentalmente a través de UNICEF
–A veces le sale caro. Se fue a Níger con UNICEF a grabar un reportaje cuando su hija era muy pequeñita y a la vuelta no la reconocía.
–Uy sí qué horror, fue durísimo. Pero son cosas que creo que debo hacer; por eso ahora hemos grabado otro documental en Haití que se va a emitir en Televisión española.
–Estaba pensando que sí le falta algo. En Ibiza dicen que no tiene más que un bikini...
–Jajaja ¡Es el único truco que me pude inventar para que no me siguieran sacando más fotos: ponerme siempre el mismo bikini! Este año no he ido a Ibiza y he podido ponerme, por fin, todos los que he querido.
–Es que a usted no le agobia el cariño de la gente, pero si la persecución de los paparazzi ¿no?
–Ni siquiera creo que estén ahí por mí. Yo paso por ahí y deben decir, vamos a hacerle una foto… Pero me incomoda, porque trato de tener mi vida íntima y familiar al margen.
–¿Y cómo le afecta que de pronto saquen rumores sobre la supuesta inestabilidad de su matrimonio?
–Me sorprende y me hace pensar que hay gente que tiene muy mala idea y ganas de hacer daño. Y también me preocupa porque pueden hacer daño a mis hijos. Por lo demás, no es que me ría, porque no me hace ninguna gracia, pero como es un rumor inventado, que no sé de dónde ha salido, pues sólo me hace reflexionar sobre quién puede tener ganas de hacerte daño.
–¿Y su marido no está celoso de que todo el mundo esté enamorado de Ana Duato?
–No están enamorados de Ana Duato sino de Mercedes Alcántara.
–De eso nada, es de Ana Duato, que es infinitamente más sexy que Mercedes.
–Jajaja. ¿Pero cómo va a estar celoso si yo me muero por él y lo sabe?
–Se que las del corazón no ¿pero sigue usted otras noticias?
–(Sonríe y pone cara de pillada) Lo justito. Intento estar al día pero no vivo a través de la noticias como mucha gente a las que las propias noticias le cambian el humor.
–Sobre todo las económicas
–A mí no…
–Hombre es que usted, después de tanto tiempo en una serie de éxito, es rica.
–Rica en experiencias, en tener la vida que tengo… Sí, soy rica.
–¿Y no sabe que estamos en crisis?
–¡Claro que lo sé! Pero como reflejamos otras crisis en la serie, sé que todo acaba por superarse.
–Esperemos. Pero hay que tomar medidas. ¿La de reformar la Constitución le ha parecido adecuada?
–No tengo una opinión muy formada, es más bien el instinto de una persona que vive en democracia… Pero si había que reformar la Constitución, ¿no hubiera sido mejor hacerlo entre todos? ¿No podían habérnoslo preguntado el mismo día que se celebran las elecciones?
–Por cierto, que son el 20 N ¿qué le parece la fecha?
–Fenomenal. Hay que pasar página. Es como si hubieran llamado a «Cuéntame» para pedir consejo.
–A usted que cocina tan bien le voy a pedir yo uno culinario.
–Se lo podías pedir a mi hermana que cocina mejor que yo y hasta tiene un restaurante maravilloso en Valencia que se llama Masía romaní.
–Bueno, es que quiero saber que le pondría de comer a Zapatero en su último día en la Moncloa.
–¿Unos cardos?
–¿Y a Rajoy?
–Unos callos, que va a tener que hacer callo para afrontar la situación.