Galicia
Malas noticias en el País Vasco
El último sondeo electoral de NC Report sobre la intención de voto en los próximos comicios vascos y gallegos, que hoy publica LA RAZÓN, debería hacer saltar todas las alarmas en el PSOE, puesto que confirma el desplome del segundo partido de España. De cumplirse estas previsiones el próximo 21 de octubre, la formación que lidera Patxi López en el País Vasco perdería más de 100.000 votos, un 9,2 por ciento, pasando del 28,1 por ciento de 2009 al 18,9 por ciento. Aun reconociendo la influencia del regreso de la izquierda abertzale a las urnas, que afecta a todo el panorama electoral, la explicación a esta debacle anunciada va mucho más allá del desgaste de cuatro años de gobierno. Los socialistas sólo conservan el 56 por ciento de sus votantes de 2009, mientras que el 44 por ciento restante optará mayoritariamente por la abstención. Y no es un hecho diferencial del País Vasco: el sondeo referido a Galicia también augura una caída similar y por la misma causa, el paso a la abstención de 60.000 de sus antiguos electores. Es, además, un caso excepcional con respecto al resto de las formaciones en liza. Tanto el Partido Popular, donde la fidelización del voto es la segunda más alta, con el 77 por ciento, por detrás de Bildu (86 por ciento), como el PNV pierden apoyos, pero lo son mayoritariamente en favor de otras opciones, lo cual responde a una lógica política. Así, los nacionalistas cederán un 15 por ciento de sus sufragios de 2009 a la izquierda abertzale, mientras que un 3 por ciento engrosará al PP. Los populares también trasvasan votos al PNV, nada menos que un 10 por ciento, que se interpreta como un intento de esos electores de frenar a Bildu. Los proetarras, coaligados con el resto de las fuerzas abertzales, repiten aproximadamente los resultados que obtuvieron en las elecciones generales del pasado mes de noviembre y se convierten en la segunda fuerza política del País Vasco, pésima noticia que augura la vuelta a las tensiones soberanistas. El grave retroceso del PSOE lo es también del constitucionalismo y agudizará las dificultades que atraviesa el conjunto de España. Es evidente que el errático discurso de los socialistas, que empezaron con un pacto con el PP y acabaron haciendo guiños al PNV, desconcierta a sus bases. También es cierto que no ha ayudado la crisis económica a Patxi López, pero no se la puede considerar como la única causa del retroceso electoral. Núñez Feijóo, en Galicia, ha gobernado bajo idénticas dificultades y, sin embargo, el sondeo de NC Report indica que renovará su mayoría absoluta. Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, tiene una difícil labor por delante, en especial en lo que se refiere a la clarificación de la postura de su partido sobre el modelo de Estado y a las alianzas de gobierno. Pactar con el único objetivo de alcanzar el poder trae, a la larga, inconvenientes.
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