Moscú

«Shahidkas»: las letales «viudas negras» del terrorismo checheno

Llegan de todo el Cáucaso en un viaje sin retorno a Moscú. Sin billete de vuelta porque pondrán sus vidas al servicio del Emirato Islámico con el que soñaron sus maridos, padres o hermanos.

El atentado de Moscú fue cometido por una mujer y un hombre
El atentado de Moscú fue cometido por una mujer y un hombrelarazon

Son mujeres jóvenes a las que, en ocasiones, se adivinan rasgos dulces en las escasas franjas de piel que dejan entrever. Sin embargo, su determinación para causar todo el daño posible es letal.

Con escasas posibilidades de subsistir tras la muerte de sus hombres, las viudas negras o «shahidkas» son responsables de uno de cada tres ataques terroristas desde que comenzara la II Guerra Chechena (1999-2009). Sin forma de ganarse la vida para alimentar a sus familias, muchas de estas «Novias de Alá» –como también se las conoce– entraron a formar parte de los «Jardines de los Justos», la unidad suicida formada por el líder checheno Shamil Basayev, muerto en 2006. Según algunos expertos, la utilización de mujeres podría ser una de las causas –junto con la escasa presencia de extranjeros en las guerras chechenas– que indican la nula influencia del wahabismo radical y de Ben Laden en las luchas independentistas caucásicas pese a la profunda islamización que el secesionismo checheno, ingusetio y abjasio ha sufrido en los últimos diez años.

Pese a que el grado de influencia de Al Qaida en el terrorismo checheno es aún motivo de debate, lo que sí ha sido comprobado al analizar las grabaciones y restos de las «viudas negras» sacrificadas como kamikazes es que son principalmente mujeres de entre 15 y 19 años y no todas son familiares de guerrilleros chechenos caídos en las guerras libradas en los dos últimos decenios contra Rusia. Fuentes del FSB, la inteligencia rusa heredera del KGB– algunas de ellas son vendidas por sus padres y otras secuestradas o engañadas.

Según cuenta la periodista rusa Yulia Yuzik en su libro «Las novias de Alá», entre las kamikaze hay muchas mujeres repudiadas a las que se fuerza psicológicamente a inmolarse a cambio del perdón para sus familias o hijos.

Hay madres solteras, deficientes que son engañadas e incluso embarazadas. Algunas podrían haber sido inducidas mediante el uso de drogas o violaciones múltiples hasta anular su voluntad.

La causa del Emirato del Cáucaso y sus hermanos de Abjasia e Ingusetia ha tomado a las jóvenes suicidas como una de sus armas más efectivas. Pasan inadvertidas en las ciudades rusas, nadie sospecha de ellas, no necesitan formación en técnicas militares y son letales.