Italia

Un amanecer en la Toscana

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Christian Gálvez no para de trabajar. Millones de personas le siguen cada tarde en Pasapalabra, concurso que presenta desde hace más de tres años. Y por si esto fuera poco, acaba de grabar «Ni pies ni cabeza», la nueva película de Antonio del Real. «La experiencia de rodar es incomparable». Con tanto trabajo, de vez en cuando necesita «desaparecer» y para ello se escapa, «acompañado siempre de mi mujer», a uno de sus rincones favoritos: San Gimignano, «un pueblecito de la Toscana italiana. Contemplar el amanecer desde allí es una maravilla». Muy cerca de Siena y de Florencia, San Gimignano sorprende por su arquitectura medieval. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990.
Pero Christian Gálvez no sólo se enamoró de este pequeño pueblo famoso por su vino. Como él mismo confiesa, «siento especial atracción por todos los rincones de la Toscana y por cada ciudad que visitó Leonardo Da Vinci». Y es que es difícil no enamorarse de esta región de paisajes impresionantes en la que se respira arte. El presentador no encuentra mejor forma de definirla que recordando una frase del famoso artista florentino: «La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte».
Para disfrutar de la buena gastronomía italiana, Christian recuerda otro «rincón» inolvidable de la Toscana: «un restaurante de Monteriggioni, un municipio de la provincia de Siena rodeado por una muralla. Su comida sí que hace que te olvides de todo». Esa muralla medieval, circular y con 14 torres, está perfectamente conservada y se puede observar desde la carretera, ya que el pueblo está en lo alto de una colina. De Monteriggioni, construido en el siglo XIII, no hay que perderse su iglesia románica y su plaza mayor.
Apasionado del arte italiano, Christian vuelve de nuevo a Leonardo da Vinci para hablar de la obra que más le ha impactado: «La Última Cena, en el Cenáculo Vinciano de Santa María de la Gracia, en Milán. Es el mural más impresionante del mundo».
Aunque siente predilección por la Toscana, se declara un enamorado de toda Italia, «uno de mis países favoritos, por la historia, por la cultura, por el arte y por los amigos». En el equipaje, solo una cosa es imprescindible: «una cámara de fotos, y suficiente espacio libre en el disco duro de la memoria». Y sí, cada vez que va, consigue su objetivo: «me olvido del mundo, pero no de la historia». l Diana Pérez
 

>> Dónde. San Gimignano, un pueblecito de la Toscana italiana, cerca de Siena y Florencia.
>> Por qué. La luz de la zona resulta mágica.